sábado, 28 de mayo de 2011

Las plantas tóxicas autóctonas

En nuestra abundante floresta son también frecuentes plantas cuya toxicidad las hace interesantes objetos de estudio. Son especies que mayormente no nos llaman siquiera la atención, que consideramos vulgares y sin interés al no estar provistas de bellas flores o crecer en lugares poco atractivos como maleza, montones de escombros, riberas y humedales o descampados.
Pero al aficionado a la botánica, al paseante de ojo acostumbrado a escudriñar la Naturaleza, el descubrimiento de uno de estos especímenes no deja de ser fuente de regocijo y ameno entretenimiento científico. En un paseo cualquiera no nos será difícil encontrar varias de estas especies, algunas muy venenosas, proliferando en cunetas, taludes o zonas de descampado.
Así, en el bidegorri dirección Legazpi, podemos encontrar en abundancia la tremebunda y célebre Cicuta, Conium maculatum, que puebla en profusión la franja de tierra entre el camino y la fábrica Irimo. Es planta bianual del tamaño del hinojo, pero muy venenosa. Tomada en cierta cantidad, disminuye la densidad de la sangre y la acumula en los pulmones, causando la muerte en poco tiempo. Produce también lentitud de pulso, turbación de la vista, dolor de cabeza, náuseas y vértigos, delirio, convulsiones y finalmente, parálisis y la muerte. Los griegos la usaron con profusión para los condenados a muerte. Se parece a otras umbelíferas pero su tallo con enfermizas manchas purpúreas y sus hojas parecidas a los helechos, la hacen inconfundible.
Según Dioscórides, la Cicuta disminuye la erección en los varones jóvenes frotada en esa parte. También sirve para evitar que a las doncellas les crezcan las tetas y consume los testículos de los niños frotándola en tales zonas.
Frecuentísima es también la Cicuta menor, que se confunde con el Perejil silvestre, dando lugar a fatales confusiones ya que posee un mortal veneno. Abundante en huertos, prados, bosques y plantíos.
En algún lugar de las laderas de Beloqui crece el temible Heléboro verde, Helleborus viridis, también conocido como Hierba de Ballestero por razones obvias: su jugo se usaba para envenenar flechas. Unos pocos miligramos de su extracto o unas gotas de su jugo bastan para matar a un adulto. Produce dolor de estómago, náuseas y vómitos, fuerte diarrea y dolor de cabeza. De ahí se pasa a la confusión mental, entumecimiento, hipotensión y calambres; la muerte sobreviene al poco entre horribles estertores, con parada cardiorrespiratoria.
La vistosa Digital, Digitalis purpurea, es una de las flores más comunes en nuestros montes, incluso cultivada como ornamental. Todos hemos tonteado alguna vez con sus llamativas flores en forma de dedal ignorando el peligro que corríamos manipulando esta escrofulariácea. De ella se extrae la digitalina, eficaz tónico cardiaco.
La sinestra raíz de Tamis usada en la película de Polanski "Rosemary's baby", en España "La semilla del Diablo", no es más que la del Tamus communis o Nueza negra, una enredadera habitual entre cualquier maleza húmeda y sombría. Otras fuentes señalan a una planta conocida como Pimentero del Diablo, cuya raíz despide un fuerte olor, que no se encuentra en Europa.
Una trepadora muy parecida es la Dulcámara ,Solanum dulcamara, cuyas brillantes bayas rojas suelen festonear las tapias y vallados. También conocida como "tomatito del diablo" no recomendaría a nadie ponerla en su ensalada. La solanina que contiene le produciría severos trastornos gastrointestinales y una monumental intoxicación probablemente mortal.
La Belladona, Atropa belladonna, fuente de obtención de atropina en la industria farmacéutica, se oculta entre la intricada maleza sombría del bosque. Los irresponsables la buscan por los efectos estupefacientes de sus alcaloides, ignorando que se la están jugando con venenos muy activos que son muy difíciles de dosificar adecuadamente, con lo que es fácil tener accidentes de gravísimas consecuencias médicas y jurídicas, ya que su uso fuera de la farmacia es ilegal y penalizado. Legalmente, la atropina se utiliza en colirios para provocar la midriasis en la pupila.
Lo mismo vale para el Beleño negro, Hioscyamus niger, peligrosísima planta con potentes alcaloides, muy buscada por los chamanes y brujos de toda época. Con su tintura se elabora el tristemente conocido estupefaciente "burundanga", que también se produce con belladona o con estramonio, que tanta alarma social ha generado últimamente. El beleño es un fuerte narcótico semejante al opio que en dosis bajas tiene muy diversos usos en medicina tradicional, como inductor del sueño o analgésico. El envenenamiento tiene síntomas como excitación general, náuseas, vómitos, locura manifiesta, delirio furioso y finalmente, la muerte entre funestos aullidos, espantosos estertores y espasmos violentos. 
La droga "burundanga", producida a partir de estas y otras plantas semejantes, no es otra cosa más que la escopolamina, el famoso "suero de la verdad" que se ha visto en tantas películas de espías, potente alcaloide que produce sedación e induce en el paciente un trance en el que somete completamente su voluntad, por lo que es fácilmente manipulable por otra persona, llegando a la conocida situación de relaciones sexuales no consentidas, etc.. Producirla, manipularla, venderla, etc, es un grave delito que está perseguido y penalizado por la ley.
Hablando de estupefacientes potentes, sé que se da aunque yo nunca lo he visto, el mítico Estramonio (Datura estramonium) cuyas propiedades alucinógenas son de sobra conocidas; pero de nuevo cuidado, porque las imprudencias aquí se pagan muy caras y una dosis suficiente de estramonio resulta deletérea. También la usan los brujos para fabricar la innoble "burundanga". Como señalaba, tengo constancia de que la han visto algunas personas, pero su localización en Zumárraga me es imposible de señalar. Por otra parte es infrecuente en nuestras latitudes, encontrándose con mayor frecuencia en el norte de Castilla o la Rioja.
El estramonio es además el hábitat de nidificación de la Esfinge de la Calavera, rara mariposa protegida, famosa por la película "El silencio de los corderos". Precisamente la aparición de una de estas mariposas fue lo que me dio la pista de la planta. Por ello, no se debe destruir el estramonio silvestre. Hay otra especie de estramonio, pero no voy a dar más pistas, no sea que a alguien se le ocurra hacer el tonto.
El uso irresponsable de estas plantas puede traer gravísimas consecuencias para la salud y serios problemas con la ley. Insisto porque siempre hay idiotas que no se convencen de ello y acaban o haciendo el más espantoso ridículo, o en el hospital, o en el juzgado y la cárcel.
En nuestros prados, todos hemos visto esas alegres florecillas amarillas que anuncian el verano. Es el conocido Botón de Oro o Hierba bellida, Ranunculus repens, muy venenosa hierba que es inofensiva para los herbíboros.
Otra ranunculácea sumamente tóxica es el peligrosísimo Acónito (Aconitum napellus), la planta más venenosa de toda la flora europea. Es tan venenosa que con sólo morder su tallo un adulto moriría antes de una hora entre aullidos y tétricos estertores. Incluso al cogerla con las manos se debe tener muchísima precaución pues su veneno puede atravesar la piel y originar intoxicaciones o inflamaciones graves.
No es frecuente en nuestro paisaje, aunque se cultiva como planta ornamental por la belleza de sus vistosas flores azules.
Sambucus ebulus, Yezgo: sus brillantes bayas negras son venenosas.
Foto: B.R. el Blog de Bernar
Mucho menos tóxica es nuestra conocida hiedra, aunque la ingestión de sus bayas produciría molestos trastornos gastro intestinales y una buena cagueta.
De parecida índole es el sumamente común Yezgo (Sambucus ebulus) que puebla los ribazos del río Urola. Sus frutos, según el Dioscórides y Font Quer, son extremadamente tóxicos. No traten de comerlos a no ser que estén cansados de su vida.
Hay muchísimas especies más de toxicidad media o baja, como las Euforbias tan comunes en nuestros montes, pero darían para escribir un libro entero como los que de hecho ya hay y se ocupan del tema con más profundidad. Yo me he limitado a enumerar las más interesantes que pueden encontrar en cualquier salida al monte o el campo, con el objetivo de hacer más didáctico y ameno su paseo.
Y recuerden: jamás se les ocurra probar frutos o bayas que no conozcan, o masticar hojas de plantas tóxicas supuestamente estupefacientes "a ver qué pasa", sin el asesoramiento de un experto. 

miércoles, 25 de mayo de 2011

Las orquídeas autóctonas

Mucha gente desconoce que entre la abundante diversidad de especies vegetales que por fortuna podemos disfrutar en nuestro entorno se encuentran varias especies de orquídea. Sí, esas flores maravillosas de atrevidos diseños y fantásticos colores que mayormente asociamos a la flora sudamericana.
Las orquídeas autóctonas no son menos fascinantes que aquellas, aunque su tamaño es más modesto. Escondidas entre las altas gramíneas que alcanzan su máximo desarrollo en esta época, es posible observar si se presta la atención necesaria, bellos ejemplares de estas flores que, como un sorprendente tesoro encontrado entre el verde, nos asaltan la vista con sus colores hechiceros y sofisticadas formas.

En nuestro ecosistema zumaratarra, La Ophrys apifera, o Flor de abeja, es frecuente en Ipar Haizea, en el talud ajardinado que mira al barrio de Eizaga. Es una joyita vegetal de tallo herbáceo, de hasta 40cm., vivaz a través de bulbo. También es fácil de localizar principalmente en praderas soleadas, preferiblemente sobre ladera.
Posee delicadas flores en espiga, de 2 a 7 por planta, con las piezas externas de color rosado y las piezas internas formando un labelo que simula un insecto libando con un dibujo en doble U en tonos amarillentos. Florece de Mayo a Junio.

Serapias Cordigera o Boca de dragón, una de las orquídeas más llamativas
de nuestro entorno. 
Foto: B.R. el Blog de Bernar
Más espectacular es la rara Boca de DragónSerapias cordigera, también bulbosa, vivaz, provista de 2 o 3 tubérculos. Esta elegante planta llega a los 60cm. Vistoso y llamativo labelo de color granate oscuro. La inflorescencia es en espiga con 3 a 8 grandes flores purpúreas, con los tres segmentos externos en forma de casco color vino, insertas en las axilas de unas brácteas purpúreas. El labelo es de doble longitud que las piezas externas de la flor y cuelga a modo de lengua. Florece de abril a junio y vive en prados y herbazales, prefiriendo como en general casi todas las orquídeas europeas, las laderas inclinadas.
En nuestro entorno, los mejores ejemplares los he visto en el talud del paseo Bidegorri hacia Azpeitia, donde todos los años florecen especímenes de notable tamaño. También aparece con frecuencia en praderas de monte.

La Orquídea acampanada,  Anacamptis pyramidalis, despliega una armoniosa inflorescencia cónica o piramidal, muy caracaterística, formada por numerosas flores rosadas, rojo-purpúreas o incluso blancas. Es planta herbácea, vivaz a través de bulbo, de hasta 60cm. con tallos sin hojas. Florece de abril a julio en pastos, matorrales, claros y orlas forestales. También gusta de los prados soleados.
Anacamptis Pyramidalis en todo su esplendor. Foto: B.R. el Blog de Bernar
Más escasa que las otras dos, en Zumárraga la he localizado sólamente en distintos puntos del monte Mendizábal.
En general, son especies protegidas y merece la pena intentar su cultivo como flor de jardín, siempre en el exterior, ya que mejoran sus cualidades. Un jardinero aficionado suficientemente hábil con los bulbos puede conseguir de estas variedades salvajes, tras varias generaciones y la adecuada selección, orquídeas cultivadas tan embrujadoras y grandes como las sudamericanas.
Huelga comentar que unas orquídeas europeas bien conseguidas alcanzarían buenos precios en el mercado de plantas y seguro éxito de ventas.
Naturaleza en su esplendor que se nos regala a los paseantes aficionados a la observación de especies, pasatiempo sumamente gratificante, nada vulgar y además sin gastar dinero. Una simple guía de campo y buena disposición para las Ciencias Naturales son suficientes.

sábado, 21 de mayo de 2011

Mujeres, al paritorio; hombres, al cagadero.

Escucha, oh Muchacho; escucha, oh Muchacha.
Chico de pétreo pene y desbocada lubricidad, chica de firmes senos e imaginativa sensualidad. Escuchad con atención.
Muchacho de pene cimbreante cara al viento, muchacha de pezones altivos y martirizado clítoris; delirantes y enloquecidos en el frenesí masturbatorio.
Mancebo de miembro erecto cual duro fierro; doncella de hermosa piel y excitada vagina, desnuda frente al mundo.
Prestad atención si queda alguna parte de vuestra inteligencia, que un día fue privilegiada, capaz de pensar.
Pues os anuncio vuestro destino, el fin para el que fuisteis creados. El sentido áspero de vuestra inane vida; el destino del manso rebaño nacido en la depravación, criado en el tumulto y la molicie.
Pues nacísteis ya en el pecado de vuestros padres degenerados que a su vez eran hijos del atraso, la violencia, la envidia, el cainismo, todo ello en grado sumo. Y que no contentos con todo esto, además se regocijaban y holgaban en alardear de su maldad, unos frente a otros pecando sin pudor alguno, yaciendo públicamente en el maloliente charco de sus excrementos, sangre menstrual y viles inmundicias; haciendo burla de Dios a quien tanto debemos, mofándose de quienes practican el bien, elevando a moralidad vigente la más depravada abyección profanando lo más valioso que tenemos.
Muchachas que pariréis despatarradas sobre el potro ginecológico la nueva generación de subnormales que nos sustituirán en la carrera vital; muchachos que nutriréis los talleres, oficinas y fábricas cagando con alegría en las letrinas comunales, satisfechos de vuestros futuros vendidos al señor feudal del contrato fijo.
Este es vuestro destino, grabároslo en lo que os queda de mente lúcida. Incapaces de hacer nada más que seguir a la manada amosquilada y mostrenca, sin más recorrido que el gris fin de semana de borrachera y drogas para continuar en alegre alienación colectiva.
Mujeres, al paritorio; Hombres, al cagadero.
Cagad hasta que rebosen las letrinas, comed y volved a cagar.
Cagar. Cagar, sí; cagar, cagar y cagar.
Cagaos unos a otros, cagaos en vuestras bocas y tragad vuestra mierda. Ñam, ñam, ñam. Saboread vuestros zurullos con delectación de sibarita. Lamed los menstruos del coño de vuestras novias y esposas, agradecidas putas de contrato matrimonial con piso pagado y nómina fija.
Vedlas parir mientras filmáis en digital el coño extradilatado con cabeza del neonato asomando en primer plano, sanguinolento como un parte de guerra. Vuestro hijo: bello fruto de las noches de jodienda legal. Admirad vuestra sucia obra. Regocijaos con orgullosos abuelos y envidiosos tíos, de la continuidad de la maravillosa raza y linaje, mientras hacéis planes programando su futura vida que será tan vacua como la vuestra. Un nuevo subnormal en un mundo de subnormales, estaréis orgullosos. Un futuro lerdo con gorra de béisbol puesta del revés y pantalones cortos bajados casi hasta la ingle, víctima fácil de las promociones comerciales y las modas con las que le quieran hacerse sentir moderno y auténtico.
Hijos e hijas con el mismo destino de todos los que les precedieron. Incapaces de decidir que están hartos de tanta degeneración, imposibilitados por la atrofia mental de intentar cambiar las cosas y de emprender una nueva vida, la que cada uno sin coacciones decida, donde la sinceridad sea un valor en alza, donde la autenticidad no sea llevar la moda del momento.
Mujeres, al paritorio; hombres, al cagadero.