martes, 7 de agosto de 2012

La pequeña fauna local: moscas, mosquitas y moscones.

Son el incordio del verano y su presencia en las casas es permanente, también en invierno. Hay más de 1Tm de ellos por cada Km cúbico de aire. Las que vulgarmente llamamos moscas son una colección de curiosos insectos dípteros que comprende unas nueve familias, desde los tábanos chupadores de sangre, de dolorosa picadura, hasta las vulgares moscas domésticas, las más conocidas por todos. Algunas son utilísimas a la ciencia, como la mosca del vinagre; otras se aplican en medicina de vanguardia para sanar heridas cangrenadas. Muchas de ellas y sus larvas son grandes consumidoras de materia en descomposición. El ecosistema colapsaría en pocos días sin moscas. A partir de ahora, distraerse en su vuelo les va a parecer otra cosa, conozcan las principales familias de estos felices insectos.
Lucilia caesar

Las moscas, propiamente dichas, corresponden a dos familias principales: Múscidos (Muscidae) y Califóridas (Calliphoridae). Entre los múscidos principales se encuentra la Mosca doméstica, Musca domestica, que vive en todo el mundo, dentro de las casas. La hembra pone los huevos en los excrementos, estiércol y residuos orgánicos. Cada año surgen muchas generaciones, ya que su ciclo completo de metamorfosis dura sólo 14 días.
La Falsa mosca de las mulas, Stomoxys calcitrans, es parecida pero armada con un afilado estilete bucal que usa para chupar sangre. Frecuenta el ganado y pica a los humanos cuando entra a las casas. La herida es muy pruriginosa.

Las Califóridas son las más espectaculares. A esta familia pertenece la Mosca azul de la carne, Calliphora vicina, el conocido moscardón azul que anuncia su presencia con un intenso zumbido. Adora los cadáveres, los excrementos, el queso y la carne, donde pone sus huevos. Las larvas son esos gusanos blancos que se ven pululando en los cadáveres en putrefacción.
De la misma familia son las brillantes Lucilia, género que comprende más de 100 especies, que se diferencian por sus costumbres más que por su aspecto, ya que casi todas son de un intenso color verde metálico muy llamativo. Aquí la más conocida es la Lucilia caesar. Otras especies son amarillas y otras azul más claro que la mosca azul de la carne, pero todas son de aspecto metálico muy reluciente al sol. Las larvas de las Lucilia se utilizan en medicina para sanar las heridas cangrenadas, ya que devoran los tejidos necrotizados respetando los sanos. Pero no se dejen engañar por el bello aspecto metálico del animal: anida en los cadáveres y en las heces fecales, contamina los alimentos que toca y propaga enfermedades. Su aparición en las casas debe ser evitada a toda costa ya que su presencia indica la existencia de cadáveres o putrefacción severa: un ratón u otro roedor muerto en un hueco, por ejemplo.
Falsa mosca de las mulas

Más amables son las Drosofílidas, Drosophillidae, cuyo representante más notable es la modesta Mosca del vinagre o mosca de la fruta, drosophila melanogaster, la gran estrella de las moscas. Es la más pequeña pero el tamaño de sus cromosomas en las glándulas salivales añadido a su reducido número, hace que sea ideal para experimentar con ellas. Ya saben, las leyes de Mendel. Fue el primer animal en ver su genoma completo. También el único animal terrestre que está presente en el espacio, como espécimen de laboratorio, en la Estación Espacial Internacional y también en la defenestrada MIR, siendo objeto de numerosos experimentos. Aparecen por decenas en la fruta blanda caída.

Los Sírfidos, Syrphidae, son frecuentes en el campo durante el buen tiempo. El Syrphus ribesii posee un llamativo abdomen a franjas amarillas y negras que se parece al de las avispas. Para que el mimetismo sea completo, el animalito imita el vuelo de las avispas con su rápido batir de alas, pero es inofensivo. Se alimenta de néctar de flores. Las larvas devoran pulgones.

No olvidamos a los tremebundos Tabánidos, Tabanidae, con su mejor representante: el Tábano mayor, Tabanus bovinus, despiadado adicto a la sangre caliente, cuya urente picadura casi todos hemos tenido el gusto de probar. Cuando sientes el agudo y doloroso picotazo ya es tarde, el tábano cabroncete ya te ha chupado todo lo que ha querido y te ha dejado un punto rojo rodeado de una notable hinchazón pruriginosa. Gustan de la proximidad del agua donde las hembras depositan los huevos sobre plantas acuáticas. No se despisten en el campo.
El Haematopoda pluviales es más pequeño pero su picadura es aún más dolorosa. Las hembras tienen bellos ojos verdes y viven cerca de ríos y estanques. De parecidas costumbres es el Tábano de ojos dorados, Chrysops caecutiens, muy abundante cerca del agua.  Igualmente seres vampiros, atacan al ganado y al humano sin piedad para alimentarse de su sangre.
Tábano preparado para el ataque.

Finalmente los Bombílidos, Bombyliidae, son moscas rechonchas y de llamativos colores, como el Bómbix del sauce, Hemipenthes morio, que parasitan las orugas dándose la curiosa paradoja de que sus larvas son parásitos de otros parásitos, y los Estratiómidos como la Eulalia viridula, que vive sobre las hojas de arbustos sobre el agua.

Si se aburren, pueden observar moscas en su entorno próximo y en su paseo consuetudinario. Tal vez les tomen por chalados pero sin duda emplearán su tiempo de una manera más provechosa que echándose a perder por los bares agarrándose una buena cogorza delante de sus hijos, que no tardarán en seguir su ejemplo convirtiéndose en parte de la burricie lamentable que trota por nuestras calles.