miércoles, 25 de mayo de 2011

Las orquídeas autóctonas

Mucha gente desconoce que entre la abundante diversidad de especies vegetales que por fortuna podemos disfrutar en nuestro entorno se encuentran varias especies de orquídea. Sí, esas flores maravillosas de atrevidos diseños y fantásticos colores que mayormente asociamos a la flora sudamericana.
Las orquídeas autóctonas no son menos fascinantes que aquellas, aunque su tamaño es más modesto. Escondidas entre las altas gramíneas que alcanzan su máximo desarrollo en esta época, es posible observar si se presta la atención necesaria, bellos ejemplares de estas flores que, como un sorprendente tesoro encontrado entre el verde, nos asaltan la vista con sus colores hechiceros y sofisticadas formas.

En nuestro ecosistema zumaratarra, La Ophrys apifera, o Flor de abeja, es frecuente en Ipar Haizea, en el talud ajardinado que mira al barrio de Eizaga. Es una joyita vegetal de tallo herbáceo, de hasta 40cm., vivaz a través de bulbo. También es fácil de localizar principalmente en praderas soleadas, preferiblemente sobre ladera.
Posee delicadas flores en espiga, de 2 a 7 por planta, con las piezas externas de color rosado y las piezas internas formando un labelo que simula un insecto libando con un dibujo en doble U en tonos amarillentos. Florece de Mayo a Junio.

Serapias Cordigera o Boca de dragón, una de las orquídeas más llamativas
de nuestro entorno. 
Foto: B.R. el Blog de Bernar
Más espectacular es la rara Boca de DragónSerapias cordigera, también bulbosa, vivaz, provista de 2 o 3 tubérculos. Esta elegante planta llega a los 60cm. Vistoso y llamativo labelo de color granate oscuro. La inflorescencia es en espiga con 3 a 8 grandes flores purpúreas, con los tres segmentos externos en forma de casco color vino, insertas en las axilas de unas brácteas purpúreas. El labelo es de doble longitud que las piezas externas de la flor y cuelga a modo de lengua. Florece de abril a junio y vive en prados y herbazales, prefiriendo como en general casi todas las orquídeas europeas, las laderas inclinadas.
En nuestro entorno, los mejores ejemplares los he visto en el talud del paseo Bidegorri hacia Azpeitia, donde todos los años florecen especímenes de notable tamaño. También aparece con frecuencia en praderas de monte.

La Orquídea acampanada,  Anacamptis pyramidalis, despliega una armoniosa inflorescencia cónica o piramidal, muy caracaterística, formada por numerosas flores rosadas, rojo-purpúreas o incluso blancas. Es planta herbácea, vivaz a través de bulbo, de hasta 60cm. con tallos sin hojas. Florece de abril a julio en pastos, matorrales, claros y orlas forestales. También gusta de los prados soleados.
Anacamptis Pyramidalis en todo su esplendor. Foto: B.R. el Blog de Bernar
Más escasa que las otras dos, en Zumárraga la he localizado sólamente en distintos puntos del monte Mendizábal.
En general, son especies protegidas y merece la pena intentar su cultivo como flor de jardín, siempre en el exterior, ya que mejoran sus cualidades. Un jardinero aficionado suficientemente hábil con los bulbos puede conseguir de estas variedades salvajes, tras varias generaciones y la adecuada selección, orquídeas cultivadas tan embrujadoras y grandes como las sudamericanas.
Huelga comentar que unas orquídeas europeas bien conseguidas alcanzarían buenos precios en el mercado de plantas y seguro éxito de ventas.
Naturaleza en su esplendor que se nos regala a los paseantes aficionados a la observación de especies, pasatiempo sumamente gratificante, nada vulgar y además sin gastar dinero. Una simple guía de campo y buena disposición para las Ciencias Naturales son suficientes.

1 comentario:

  1. Flipado me he quedado. No sabia que te gustara la botánica y menos que entendieras.
    Yo por el bidegorri solo veo dientes de león.
    Bonito artículo.

    ResponderEliminar