sábado, 26 de febrero de 2011

Escupir

Llevo tiempo haciendo cierta investigación zoológica o antropológica, según se mire. El caso es que por más que he consultado manuales, guías de campo, documentales, la red, profesores de biología ... salvo la llama del altiplano y camélidos afines, que lo hacen por defensa propia, y el pez arquero, que caza escupiendo certeramente, ningún animal escupe al suelo.
Escupir al suelo es pues, una costumbre netamente humana. Lo que hace que el caso sea de estudio antropológico.
Los pájaros, incluso aves desagradables o de fama siniestra tales como buitres, marabúes, cuervos (estos dotados de gran inteligencia y monógamos), las águilas feroces, los avestruces estrafalarios, el siempre vivaracho colibrí, no escupen al suelo jamás hasta el punto que nunca se ha documentado que ningún ave poseyera semejante costumbre.
Mi gata Geena no escupe, ni ningún gato que conozca. Los perros, más espartanos ellos y también animales de notable inteligencia no es conocido que escupan, incluyendo a los mastines y otros molosos con su inevitable tendencia al babeo incontrolado.
No conocemos, en resumen, animales domésticos o salvajes que practiquen tan deplorable gesto. Por otra parte, entre los primates humanos, veamos:
La gente mal educada escupe. Si escupes al suelo, no tienes buena educación.
Asímismo es frecuente esta costumbre entre gentes de escasa o nula formación, analfabetos y pobres de cultura.
No deja de ser gesto bien acogido entre maleantes de diversas cataduras. Escupir con chulería y desprecio identifica a los de su gremio.
Tener una conciencia demasiado cargada suele obligar a escupir. El que escupe se delata.
La poca personalidad suele aflorar tras este gesto en personas con tendencia a imitar lo malo que ven en otros.
Las personas fiables y de calidad moral jamás, jamás escupen en público.
Los que respetan algo tan fundamental como a las otras personas, tampoco.
A quien tiene una mínima idea sobre higiene y salud no se le ocurre un acto tan sucio.
Finalmente, escupir al suelo es una costumbre grosera y antihigiénica, que categoriza como pocas al individuo que la practica. Es una falta de respeto a los demás y un desprecio a la convivencia que deberíamos erradicar. Es además un importante vector de propagación de enfermedades y epidemias.
Y sobre todo, es totalmente innecesario.

1 comentario:

  1. Cierto.
    Pero cada vez se ve menos escupir al personal. Por lo menos, han quitado las escupideras de las tabernas.

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