La Sierra de La Demanda es una estribación del Sistema Ibérico, una alta sierra que atraviesa La Rioja y parte de Burgos por el Sur-Este. Es esta parte de Burgos la que por conocerla mejor, ya que soy medio criado allí, voy a recomendarles para realizar un interesante viaje de fin de semana con el aviso previo de que se abstengan de ir los que no tengan ningún interés por el monte, la Naturaleza o las Ciencias Naturales, los deportes al aire libre como bicicleta de montaña, equitación o senderismo, el turismo rural o la caza y la pesca. La Sierra de La Demanda es una grandiosa escapada a un paraje salvaje, casi virgen en muchos lugares de fascinantes paisajes y variada biodiversidad, donde los aficionados a perderse en interminables senderos entre seculares bosques de robles y hayas de mágica quietud o los incansables del pedaleo campo a través encuentran su paraíso aun sin masificar, patrimonio afortunado de unos pocos conocedores que acuden siempre que pueden a sus casas de montaña primorosamente reconstruidas con el dinero de los que en su día emigraron.
El cruce de Aguas Juntas |
La Demanda vende bien como reclamo turístico y por esto muchos pueblos se autotitulan como pertenecientes a la Sierra, pero los que somos de allí sabemos donde empieza realmente y cuales son sus pueblos. La auténtica Sierra de La Demanda comprende los pueblos de Pineda de la Sierra, Riocabado de la Sierra, Barbadillo de Herreros, Monterrubio de Demanda, Barbadillo del Pez, Huerta de Arriba, Quintanilla de Urrilla, Neila, Quintanar de la Sierra, Monasterio, Terrazas, Salas de Los Infantes y todos los pueblos comprendidos en este perímetro. Me olvido de algunos bastante importantes y no quiero que se enfaden mis paisanos: Vizcaínos cómo no con su famosa iglesia románica y también Contreras; y no olvido a los de Tinieblas allá perdidos en lo más profundo del colosal Mencilla, oscuro y misterioso, ni a Hoyuelos de la Sierra desde donde se avista el torreón de Castrovido ya lindando con Salas y el llano donde finaliza la Sierra y el paisaje cambia.
Rosario de pueblos y aldeas que conforman un peculiar paisanaje con las gentes que viven allí todo el año, incluso en las duras condiciones del largo invierno serrano con abundancia de hielo y nieve. Este duro clima cincela el carácter de las gentes que se vuelve bravío y montaraz, de pocas y precisas palabras en correcto castellano, recio y práctico, modelado por el monte y la meteorología. Por lo que es mejor dirigirse a ellos sin falsa modestia y sin darse uno importancia. Al momento ven la clase de pieza que va por el monte.
Una vez metidos en ruta, La Demanda va descubriendo sus tesoros a los asombrados ojos del viajero que lo primero que percibe es la grandeza del paisaje de montaña con altas cimas frecuentemente nevadas y valles boscosos con cristalinos ríos que terminan el trabajo que inició la geología y las fuerzas tectónicas. Se pueden tomar desde Burgos dos rutas ambas igual de interesantes: por la carretera a Soria, pasando por Salas de los Infantes, milenaria villa cuna del famoso cantar de gesta, y por la carretera a Logroño vía Ibeas de Juarros, famosa por sus alubias, desviándonos luego en Arlanzón hacia la Sierra. Desde Arlanzón ya podemos dejar el coche y recorrer en bicicleta de montaña el trayecto que nos queda hasta Riocabado de la Sierra, en el corazón de la Sierra, por la antigua vía del ferrocarril minero que está habilitada como pista de bicicleta de montaña y ruta de caminantes. Es una buena matada, para el que esté bien entrenado. Además se nota la altura. Se puede ir también en coche por la carretera un tanto baqueteada que les llevará pueblo a pueblo en un inolvidable recorrido entre altas montañas y bellos valles vírgenes que se pueden recorrer a caballo. En Pineda de la Sierra hay un picadero que además de maravillosos paseos por rutas seleccionadas ofrece clases de equitación y servicios como alquiler y cría del propio animal. Pineda además es probablemente el más bello pueblo de la Sierra, con sus impresionantes casonas de gruesa sillería rojiza y su espectacular iglesia románica; cuenta también con un par de buenos sitios para comer, donde se puede degustar una buena olla podrida o unas lonchas de cecina de jabalí si hay suerte.
Tras Pineda empieza un largo recorrido. Tras cruzar el Arlanzón empiezan las tierras de Riocabado de la Sierra, corazón real de La Demanda, recorridas por la sinuosa carretera que corre paralela al Arlanzón que nace en estos parajes aislados y de aspecto virgen, cubiertos de una densa mata forestal de robles y hayas donde abundan los corzos, lobos y multitud de especies que harán las delicias de cualquier aficionado a la Naturaleza, pues es la Naturaleza en su estado puro y salvaje, prístino e intacto, lo que rodea al viajero que se ve trasladado según avanza por la carretera, a un mundo primigenio y auténtico donde recupera el sentido verdadero de conceptos como belleza o proporción, ante el espectáculo que se le brinda a sus ojos. Al cabo de un rato, la carretera gira bruscamente y aparece de repente la desconcertantemente alta torre de la iglesia románica de Riocabado, fin de nuestro viaje, donde podremos descansar cómodamente en su bien provista y acogedora casa rural.
Por el otro camino también es un viaje tan atractivo como el anterior, sólo que digamos un tanto más civilizado, con una subida menos pronunciada. Iremos, como antes comentaba, por la carretera a Soria hasta Salas de los Infantes. Esta ruta pasa al lado de los pueblos y no por su centro por ser una carretera más principal con mayor tráfico, por lo que el contacto con el paisaje no es tan directo. Pasaremos por algunas desviaciones a tener en cuenta como la que va a Cogollos nada más salir de Burgos o la que lleva a Covarrubias, imprescindible ciudad medieval donde se puede comer un excelente cordero asado. Una vez llegados a Salas, debemos desviarnos atravesando esta villa hasta encontrar la carretera a Nájera que nos llevará hasta el corazón de La Demanda atravesando todos los pueblos que encuentra a su paso, entre ellos Castrovido con su torre fortaleza medieval en restauración. Después de Barbadillo del Pez empiezan las tierras de Riocabado, esta vez con la carretera pegada al Pedroso que corre tumultuoso barranco abajo entre un impresionante desfiladero de altos acantilados de piedra resquebrajada con robles firmemente anclados en las laderas casi verticales con las raices hundidas en los canchales de piedra desprendida por las heladas. La Fuente de La Salud, de cristalinas y gélidas aguas que manan del interior de la roca, es parada obligada de refresco y primer contacto con el aire frío y el silencio de la Sierra. Al salir de este desfiladero se llega al paraje conocido como Las Aguas Juntas (es mejor ir con unos mapas topográficos por estos sitios) de donde parte una desviación que tres sinuosos Km. después perdidos entre montes y profundos valles cubiertos de robles nos lleva a Riocabado de la Sierra, donde por fin podremos disfrutar de la acogedora habitación que tendremos convenientemente reservada en la Casa Rural.
La coqueta casa rural "La antigua Olma", en Riocabado de la Sierra |
Riocabado de la Sierra, en el corazón de La Demanda |
Y sin pasar por Burgos se puede tomar una desviación antes de la capital castellana que nos llevará directamente hasta Atapuerca, famosa por lo que todos saben, de allí llegaremos a Arlanzón y procederemos como en el primer caso.
Después de una buena ducha, cena y descanso estaremos preparados para afrontar la jornada siguiente, ya perfectamente aclimatados, no olvidemos que estamos a 1150 m. sobre el nivel del mar. Eso en la iglesia del pueblo. A partir de ahí, todo es subir. Se puede subir en una mañana hasta los 2132 m. del San Millán, una más que recomendable excursión a pié para la que iremos preparados suficientemente ya que pasaremos allí el día dado lo largo del recorrido. Apenas hay senderos y el camino se intuye bien campo a través, con lo que el contacto con el sustrato y la naturaleza es total, teniendo muchas veces la sensación de ser el primero que pasa por allí. Llevaremos suficiente agua, provisiones y protección contra los elementos ya que una vez superado el límite arbóreo no tendremos ninguna opción de encontrar sombra. Siempre será recomendable ir con alguien que conozca la zona o por lo menos con unos buenos mapas topográficos, brújula y por supuesto un buen bastón. Esto no es el Himalaya pero tampoco es como pasear por los domesticados montes de Aizkorri.
En ruta por la Sierra |
Una vez en la cima podremos disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece la montaña mientras recuperamos las fuerzas. La Sierra de La Demanda se despliega ante nuestros ojos como si cabalgásemos sobre el lomo de un gigantesco titán prehistórico. Más lejos, otras sierras, otras montañas azules en la lejanía: los Picos de Urbión, San Lorenzo, incluso el Moncayo entre la canícula. A nuestros pies, muchos kilómetros cuesta abajo, la Meseta es como un mar rosa desde donde nos hemos elevado. Se puede intuir Burgos en la lejanía. Con unos prismáticos este espectáculo es amplificado para nuestro deleite, llevar unos ligeros de campaña es imprescindible. La sensación de plenitud es embriagadora, total; el viento frío y purísimo, cargado de aromas del campo y del bosque. Es un buen lugar para iniciarse en el montañismo: es un recorrido fácil siempre que no se vaya con nieve, tiene cierta altura y el premio obtenido compensa con creces el esfuerzo empleado.
Otra opción es recorrer en bicicleta de montaña las rutas montañeras. Los aficionados a este deporte suelen tomar la pista del antiguo Ferrocarril Minero habilitada para bicicleta y senderismo. Se puede ir hasta Arlanzón por esta vía pero en mi opinión llegar a Pineda o visitar el vecino Barbadillo de Herreros con sus interesantes ferrerías, anteriores a las guipuzcoanas, será suficiente para un día.
También es un buen lugar para los aficionados a las Ciencias Naturales que en estos parajes encontrarán multitud de curiosos especímenes tanto zoológicos como botánicos. Yo mismo tuve la ocasión de observar una enorme Lycosa Gigantea o Araña Lobo, también conocida como Tarántula Europea, que al parecer también encuentra su hábitat en las altas estepas serranas. Esta enorme araña impresiona bastante por su tamaño y además su picadura produce tremebundas necrosis muy difíciles de curar, por lo que no se le debe molestar. Vive en agujeros en el suelo. Un botón de muestra de la biodiversidad de la Sierra.
Después de pasarnos todo el día trotando, unas buenas chuletas de cordero asadas a la parrilla con un buen Ribera nos repondrán como es debido, recuperando las proteínas y sales minerales consumidas en la caminata. Luego existe la opción de salir a la noche burgalesa que en verano es animada, nunca faltan pueblos en fiestas. Si no estamos para tales desmadres, una vuelta bajo las estrellas después de cenar puede ser una experiencia inolvidable y romántica sobre todo si se conoce algo de Astronomía; un poco de maría y nos podemos ir a la cama escuchando sólamente el rumor de los animales nocturnos y el río a lo lejos.
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