domingo, 30 de diciembre de 2012

La pequeña fauna local: anfibios y reptiles.

Ya va tiempo que no nos dedicábamos al tema de la Naturaleza, siempre ameno e interesante cuando no hay nada mejor que echarse al coleto. Repasando los artículos anteriores hemos caído en la cuenta de que nos hemos dejado de lado a los vertebrados más primitivos que pululan por nuestros alrededores. Los anfibios y reptiles locales también son una fuente segura de entretenimiento y un excelente objeto de investigación, ideal para los aficionados a las Ciencias Naturales que desean dar un paso más allá de la mera recopilación de conocimientos, hacia la observación activa y la experimentación, siempre a niveles amateur, claro.

No podemos presumir de una gran diversidad en estas dos clases, pero a pesar de que lo que sobrevive por nuestros lares es lo más vulgar de esta fauna, no por ello está desposeída de interés. Sobre todo, con el manifiesto desconocimiento general que sobre este tema es moneda corriente. A pesar de esto, incluso tenemos algun espécimen sorprendente por sus costumbres y el hábitat escogido para medrar con éxito.

Es el caso de los peculiares tritones punteados que viven en las acequias de canalización de las aguas de lluvia que discurren junto a la Estación del Norte, bajo la fábrica de Arcelor. En estas canalizaciones inundadas todo el año, ricas en algas verdes y plantas acuáticas, con un rico fondo de sedimentos fangosos repleto de larvas de insecto, tardígrados y en fin, una cadena trófica que conforma un hábitat adecuado, encuentra su hogar el citado Tritón punteado, Triturus vulgaris. Este animalito mide unos 11 cm. y durante la época de celo, el macho ostenta una cresta dorsal. La hembra pone de 100 a 250 huevos en las plantas acuáticas. La metamorfosis se produce a los tres meses tras los cuales abandonan el agua, a la que acuden sólo en época de reproducción. El resto del año, viven entre la hojarasca del bosque que puebla el talud de tierra bajo el alto muro de la fábrica, con la sombra y la humedad asegurada incluso en el verano. Se alimentan de insectos, gusanos, caracoles, y larvas que abundan en su hábitat; también devoran renacuajos y huevos de otros anfibios.

El anfibio más común en nuestros campos y jardines públicos es, sin duda, el Sapo común, Bufo bufo, cuyas llamadas nocturnas en las noches claras todos hemos oído alguna vez. Llega a tener un buen tamaño, los más gordos miden hasta 20 cm. Es nocturno y se alimenta de insectos, gusanos, y caracoles, a veces también de algún pequeño anfibio. Inverna en agujeros secos en tierra. El sapo sólo va al agua para procrear y poner los huevos que arrollan e hileras a las plantas acuáticas. Es abundantísimo en toda Europa y Asia. Tiene unas glándulas en la piel que segregan un líquido que sin ser tóxico, es desagradable, maloliente e irritante. Así que si ven uno, no se dediquen a molestarlo y a jugar con él.

En aguas limpias y someras, no es difícil atisbar alguna Rana verde menor, Rana esculenta, la más común de las que viven en Europa. La hembra es mayor que el macho y mide hasta 13 cm. Pone de 2000 a 3000 huevos en racimos, todos hemos podido observarlos en alguna charca, con ese aspecto gelatinoso. Se alimenta de insectos, arañas, gusanos y algún pececillo. Los adultos invernan en el cieno del fondo de las charcas. Les gusta tomar el sol. Los machos croan con su inconfundible "cra, cra" o también "oec, oec". Sus patas traseras se consideran un manjar en las mesas más selectas. Yo no las he probado, qué puedo decirles, prefiero unas buenas truchas o tal vez unos cangrejillos bien picantes; pero a buen hambre, ya se sabe.

En el bosque húmedo podremos encontrar con mucha suerte a la pequeña Ranita de San Antonio, Hyla arborea, que apenas llega a medir 4,5 cm. Cabe en un pulgar de hombre adulto. Personalmente, he tenido la fortuna de haber observado varias pero hay que meterse en la espesura más húmeda del bosque. Son de color verde adaptado al tono de la vegetación donde reside. Durante el celo, viven en el agua y la hembra pone 1000 huevos en racimos. Tras la puesta, los adultos vuelven a los árboles y arbustos donde viven. La ranita de San Antonio se alimenta de insectos y arañas. Inverna escondiéndose bajo las piedras o enterrándose en agujeros en tierra o en el cieno.

Los reptiles son ovíparos de sangre fría. El mayor que podemos encontrar aquí es la Vívora áspid, Vipera aspis, que llega a medir 80 cm. Además es bastante venenosa. Su ponzoña puede matar a un niño o intoxicar gravemente a un adulto. Esta simpática serpiente adora tomar el sol del mediodía en los terrenos pedregosos donde suele tener la madriguera, por lo que siempre se debe ser precavido al caminar por este tipo de terrenos en las horas calurosas del día, cuando es frecuente toparse con alguna. En ese caso, lo mejor es dar un rodeo dejando clara nuestra intención de no molestarla. Si decidimos darle la lata al bicho, la serpiente adoptará su espectacular postura defensiva, levantando la cabeza al estilo de las cobras. En ese momento, ya puede ser tarde para huir porque la vivora no avisa: una vez que se levanta, es para atacar lanzándose a gran velocidad hacia el tobillo del inoportuno paseante. Rara vez fallan el golpe. Puedo dar fé de que yo me he encontrado con decenas de ellas. Son mucho más comunes de lo que la gente de ciudad suele creer. Su colorido es de tonos grises muy discreto y mimético, así que no es fácil verla de lejos.

Frecuente, aunque no abundante, es el Lagarto verde, Lacerta viridis, que en nuestra latitud no llega al tamaño que alcanza en Castilla o Andalucía. Este lagarto es buen trepador, lo que le va bien para cazar los insectos, moluscos, lagartijas y serpientes de las que se alimenta. Se aparea en primavera y la hembra pone en junio de 5 a 13 huevos. Excava madrigueras de hasta un metro, donde pasa en invierno.

También el Lución, Anguis fragilis, es un habitante común en nuestros prados y jardines, donde consume caracoles e insectos con fruición. Es ovovivíparo. No tiene patas, por lo que los ignorantes lo confunden con culebras. Llega a medir 50 cm y está extendido por toda Europa.

Por último, el más común de nuestros reptiles, la Lagartija común septentrional, Lacerta muralis, que cuenta con multitud de subespecies y localismos. Mide hasta 20 cm. Es agilísima trepadora. Devora insectos, arañas y gusanos. En mayo y junio las hembras ponen hasta ocho huevos en el suelo. Hiberna en grietas dentro de los muros, bajo piedras, etc.

Sin duda, en la observación de estas especies encontrarán un entretenimiento mucho más noble que el que tristemente se acostumbra aquí, que no es otro que el de ir de bar en bar observando el fondo de los vasos meditando sobre los goles del domingo, diciendo estupideces, hablando mal de los demás y peor aún, permitiendo que sus hijos les observen a su vez a ustedes mismos en tan lamentable estado, haciendo que se sientan avergonzados de la conducta de sus progenitores. Sean capaces de darles un ejemplo mejor e incúlqueles el amor por la Naturaleza y el gusto por las Ciencias y el esfuerzo propio. Y además dejarán de gastar un dinero valioso en cosas inútiles.

martes, 11 de septiembre de 2012

Arquitectura racionalista en Urola Garaia

No nos vamos a referir a la famosísima ermita de Antigua ni a los declarados ya monumentos en las guías turísticas, con suficiente promoción, sino a esos edificios del siglo XX que ya son clásicos y representativos de un importantísimo movimiento estético en la arquitectura de este siglo que marcará los cánones constructivos de las décadas siguientes. El Racionalismo, cada día más valorado tanto en su estética como en sus postulados vanguardistas, propone un nuevo tipo de edificio dirigido a su uso funcional y al hombre como medida de todas las cosas. Algunos consideran fría e impersonal la estética de estos edificios y otros somos entusiastas de sus vanguardistas diseños.
Villa "Gure Amets" de Ipinza, en Zumárraga. Autor desconocido.
Foto: B.R. el Blog de Bernar
Hoy día se tiende a la conservación de los principales edificios de este movimiento, lo que no es difícil dado que su diseño permite reutilizarlos una y otra vez, ventajas de su funcionalidad. Así quedan en pie fábricas, edificios de viviendas, casas y olvidadas villas particulares, que jalonan con su elegante presencia nuestro paisaje urbano e industrial, siendo frecuentemente visitados por estudiosos y amantes de la Arquitectura. Es además, un movimiento que caló bien en la burguesía local que vio en sus primigenias formas estructurales una continuidad con el canon estético vasco en la que la esquematización, rotundidad  y geometrización de las formas es clásica. El Racionalismo además, fue el estilo favorito de las promociones de vivienda para las clases medias y trabajadoras que dio forma a las florecientes villas industriales guipuzcoanas. Un arte para las nuevas clases educadas y con amplio acceso a bienes de consumo, que demandaba viviendas prácticas y elegantes con sobriedad, libres de ostentación, de sobrecarga decorativa y de adorno innecesario, rápidas de construir con nuevos materiales y fáciles de pagar. En B.R. tenemos que decir que nos gustaba mucho más el aspecto del pueblo antes, cuando Madaya y la fábrica de licores daban personalidad a Labeaga, cuando funcionaban las estaciones, más arquitectura echada a perder. Aquella vida opulenta con futuro prometedor y trabajo para todo el mundo que lo quisiera, las calles llenas de gente con dinero y ganas de diversión, los largos fines de semana. Los edificios reflejan el esplendor de esta época de desarrollo sin precedentes, el mundo feliz y bien organizado que se proyectaba a la vista del creciente bienestar. 
Y por suerte, entre nosotros quedan aún en pie vestigios de este movimiento que se alzan en diversas calles de nuestro municipio. Para que se entretengan mientras pasean, vamos a señalarles los a nuestro modesto juicio, más interesantes.

El nº1 del Barrio San Martín, de autor desconocido, es uno de mis favoritos, creo que es uno de los mejores edificios de viviendas racionalistas que se conservan en Guipúzcoa, junto con el ya reconocido Grupo S. Sebastián, de Ramón Martiarena. Fue erigido en la década de los 50 y algunos balcones aún conservan la carpintería original de la elegante y funcional galería con cristalera. La fachada se distribuye en series de casetones cuadrados interrumpidas por las columnas de balcones con una atrevida solución en voladizo que dobla la superficie disponible en ellos. De esta manera, en lugar de los típicos balcones estrechos empotrados en la fachada que serían de esperar aquí, logra con una breve modificación una fachada original llena de movimiento que rompe el rígido esquema en cuadrícula. La sustitución de ventanas por miradores hasta el suelo consigue un interior luminoso y abierto al exterior.

Nº 1 del Barrio San Martín de Urretxu. Autor desconocido.
Foto: B.R. el Blog de Bernar
El edificio de oficinas de la empresa Irimo, de Félix Llanos, es otra pieza arquitectónica a tener en cuenta. Hoy en lamentable estado de abandono y presa de los okupas, este bello edificio merecería otro trato. Fue inaugurado en 1957, en pleno apogeo del desarrollo industrial vasco. Existe una interesante película sobre ello, de la que la redacción de B.R. posee una copia en video. Se ve el momento en el que el gerente y algunos próceres más cortan la cinta inaugural, también escenas de la cadena de producción automatizada que causó sensación en el mundo industrial de la época por su modernidad, capacidad de producción y calidad final obtenida que como todo el mundo sabe, era insuperable. Con ese espíritu de modernidad y mirada al futuro fue diseñado cada detalle del maravilloso edificio de oficinas, desde los pomos de las puertas, barandillas y herrería en aluminio de exquisito diseño funcional hasta los dilatados e iluminados espacios interiores, la monumental escalinata de acceso a la amplia recepción hasta la icónica fachada, con esa cristalera futurista que recuerda a los trabajos de la Bauhaus, la gran marquesina y el lienzo de pared con el emblema de la fábrica en cemento.
Otro edificio que cualquier ciudad hubiera dado algo por haberlo tenido fue el de Fundiciones Urretxu, de 1939, obra del gran arquitecto vasco Luis Astiazarán Galarza, autor de importantes obras industriales y civiles en Guipúzcoa como el maravilloso edificio de SACEM en Villabona, casi el edificio industrial más bello del mundo, o SAPA de Andoain, no menos notable y según los entendidos el mejor edificio de su autor. Aquí como somos más tontos que un saco de habas nos permitimos que una obra así acabe en la ruina. En Fundiciones Urretxu (antes Sarralde) utiliza sus típicos muros completamente ocupados por cristaleras que iluminan los amplios interiores. También es marca de Astiazarán la horizontalidad del diseño. La entrada, con su porche modesto pero noble, es otro elemento destacable. Este elegante edificio, perfecto para reutilizarse como revalorizada urbanización de "lofts" de lujo, se encuentra hoy día en ruina total.
En Legazpia se conservan numerosos inmuebles de este gran arquitecto, en perfecto estado de utilización aún acogiendo residentes como en el famoso "edificio del banco" que aloja los mejores apartamentos de la villa en sus cuatro plantas de viviendas y la sucursal del banco de Bilbao en su planta baja. Este edificio magníficamente habilitado remata la esquina en curva y conforma una nueva calle secundaria paralela a la avenida principal, dando al centro urbano toda su personalidad. También muchos chalets y casas señoriales de la zona son obra del taller de este gran arquitecto, en nuestra opinión, a la altura de los grandes del S XX como Niemeyer, Gropius o Le Corbusier.

Edificio SACEM de Luis Astiazarán, conservado en lamentable
estado, en Villabona. Foto: B.R. el Blog de Bernar
Astiazarán no sólo hizo elegantes villas y grandiosos edificios insignia en Legazpia, el Barrio San Juan es obra suya. Este paradigma de la construcción civil de viviendas para la clase trabajadora, dignas y limpias en entornos bien urbanizados, se puede visitar hoy día primorosamente restaurado y conservado, ambientado con todos los objetos de época rescatados de las mismas casas vecinales, donados por sus habitantes. Recibe multitud de visitas anuales que avalan el buen hacer de esta villa en cuanto a conservación del patrimonio arquitectónico. El barrio entero ha sido declarado bien de interés cultural. No dejen de visitarlo.

También Zumárraga posee edificios de interés: se puede empezar el circuito con el edificio de Escuelas Legazpi, de Domingo Aguirregengoa, de marcado estilo institucional años 20. El Racionalismo está bien representado y buena parte de los edificios de la villa se adscriben a este canon; el edificio Itzalon de Félix Llanos y Ciudad Jardín de J.A. Ponte, son los mejores ejemplos del racionalismo en nuestra villa, así como el Grupo Legazpi, de autor desconocido y el maravilloso inmueble del cine Zelay Aristi. En perfecto estado de conservación y habitabilidad todos ellos, salvo el desaparecido Itzalon, lamentable pérdida para Zumárraga que, dada la importancia del edificio y su indiscutible belleza, nadie se explica cómo se pudo permitir.

Anímense a descubrir en su paseo consuetudinario todos estos edificios de misteriosa belleza, deléitense en la serena pureza geométrica de sus líneas, admiren el talento humano que creó estas obras de arte que se arruinan ante nuestros palurdos ojos y laméntense de la mala cabeza e ignorancia suprema de nuestros políticos locales, por lo general con menos luces que una patera. Enséñenselo a sus jóvenes acompañantes para que en el mal ejemplo que les damos aprendan a qué desastres les llevará perseverar neciamente en sus errores. Y sobre todo, lean B.R., que es lo que hace la gente guapa, inteligente y con ideas propias; es gratis y se lo pasarán estupendamente.

lunes, 3 de septiembre de 2012

La pesada lacra de los gasteches

Hace tiempo que deseábamos editar algo sobre el espinoso tema de los gasteches, palabra castellanizada del vascuence "gaztetxe", que a su vez es una palabra compuesta de los vocablos "gazte" (joven) y "etxe" (casa), cuya traducción literal es "casa de jóvenes". Son en realidad esos locales donde acuden las masas juveniles radicalizadas y adoctrinadas en la fé nazi más reaccionaria. En B.R. nos agrada llamar a las cosas por su nombre. Y un antro de nazis para nosotros siempre será un antro de nazis. También nos gusta que se sepa la verdad, así que la contamos.

El origen de estos antros es mucho más noble. Los primeros empezaron como centros de reunión de juventud católica, comprometida con el pueblo y deseosa de aportar ideas y dinamismo a la vida municipal de las localidades donde nacieron. Así nacieron los conocidos "Juventud Gonzaga" de Placencia de las Armas, el "Juventud Católica" de Vergara o la Sociedad Goiherri de Villarreal de Urrechua. Los locales solían ser propiedad parroquial cedida a los jóvenes constituidos en asamblea. Algo tan atrevido en los años 60 que sólo pudo ser posible bajo el paraguas de la Iglesia Católica postconciliar, recordemos que las asociaciones de cualquier tipo estaban prohibidas. A pesar del peligro de reunión tumultuosa, la oposición de los elementos más reaccionarios y los curas preconciliares, las autoridades accedieron.
Foto: B.R. el Blog de Bernar

Por supuesto, la intención de la Iglesia Católica era la de iniciar un adoctrinamiento democrático en las nuevas generaciones, intoxicadas de franquismo. El Caudillo empezaba a chochear y había que pensar en el futuro cambio político que debía ser hacia el estado democrático moderno, algo que aún no ha llegado por completo, dicho sea de paso. Que los jóvenes aprendieran por sí mismos los fundamentos del Estado de Derecho, educándose en los valores modernos de igualdad, libertad, participación en la toma de decisiones del grupo, etc, no sólo era deseable y formativo, fue la continuidad de la Democracia truncada treinta y cinco años antes y el caldo de cultivo donde muchos de los que hoy nos gobiernan empezaron en la política activa.

Los primeros locales fueron un completo éxito: jóvenes universitarios o bachilleres pululaban con libertad procurando que la cultura adquirida por ellos llegase a todos los demás, organizando discusiones sobre temas de actualidad muchas veces semiclandestinos, introduciendo libros y prensa prohibidos en la época, montando recitales donde se promocionó a aquella imprescindible generación de poetas como Urko, Imanol, Lertxundi, Lete y un largo etcétera, dejándose crecer la barba, bigote y pelo para provocar a los "viejos", trayendo los primeros discos de rock de Francia o Alemania, organizando los primeros cine-clubs donde se podían ver películas prohibidas en la época, con coloquio posterior que solía ser aún mejor que la película. Fue una generación brillante de jóvenes interesados y comprometidos con la cultura, política, arte, música y sociedad, que supieron burlar hábilmente la censura y  la pacata moral social de la época.

Al morir Franco, todo empezó a cambiar y los locales de juventudes católicas no fueron menos. Como ya existía el derecho de reunión empezaron a brotar nuevos locales en todas las localidades con cierto peso poblacional, como Mondragón y Arechavaleta.  Ya no dependían de los locales parroquiales y se llamaron a sí mismas "gaztetxe". Por mimetismo, las demás sociedades adoptaron la misma denominación, salvo excepciones como el tristemente famoso Gazteleku de Villarreal de Urrechua, nuevo nombre de la Sociedad Goiherri que pasó a ser una sociedad deportiva en un nuevo local. Seguían acudiendo los intelectuales y el ambiente aún era emergente, pero las drogas hicieron su aparición como una epidemia de destrucción lenta al principio, pero que no tardó en inundar las sociedades contaminando todas las facetas de la vida cultural de las mismas. A partir de 1978, el tópico de Gaztetxe=consumo de estupefacientes empezó a ser una realidad acuñada.

Y llegó la decadencia.

En los siguientes veinte años, hasta bien entrados los años 90, los gasteches se convirtieron en puntos centrales de distribución de drogas de todo tipo. El ambiente permisivo dió lugar a que ciertos elementos antisociales utilizaran los locales como refugio y centro de operaciones. Pronto las mafias se hicieron las verdaderas dueñas del lugar, aterrorizando a los demás que se doblegaron a sus espurios intereses. El resultado fue, como todos sabemos, nefasto. Cientos de jóvenes murieron y otros miles tuvieron serios problemas por culpa de las drogas que parecía obligatorio consumir si no querías quedarte al margen del mainstream. Caían como moscas seducidos por los cantos de sirena de la vida placentera y flotante, del parecer guay y a la moda, de creerse príncipes de la Noche. En 1992 sólo se iba al gasteche a comprar drogas de todo tipo y a tomar copas más baratas que en los bares. Incluso los intelectuales se unieron a lo que creían la bohemia vanguardia, felices de imitar a los poetas simbolistas tan autodestructivos y amantes de los paraísos artificiales ellos, recitando a Baudelaire mientras se esnifaba heroína, la droga de moda en el momento, y se fumaba hachís sin control.
Foto: B.R. el Blog de Bernar

Para 1996 ya había muerto casi todo el que tuvo relaciones demasiado íntimas con el caballo. El SIDA hizo su aparición y fulminó sin previo aviso a cientos de jóvenes desprevenidos y desinformados, a quienes se trató como verdaderos apestados sociales. La heroína empezó a retroceder y los jóvenes empezaron a buscar otras alternativas a los denostados gasteches. Aprovechando el momento de debilidad, los grupos de radicales nacional-socialistas tomaron hábilmente el control de los gasteches, apuntándose en masa como nuevos socios y votando por los suyos en las elecciones para Junta General o Asamblea o lo que fuera. Expulsaron a los antiguos mafiosos y pusieron a los nuevos traficantes de speed y hachís de su cuerda, todos simpatizantes nazis y pretendieron presumir de haber acabado con la heroína. Pero era mentira. La heroína casi había desaparecido por su propia evolución destructiva pero había más drogas que nunca. Se impuso la misma omertá que había antes con los trafiquetas, esta vez con el pensamiento único nacionalista radical. Se persiguió la opinión divergente, se impuso un estilo de prensa, música, ideario socio-político, encaminado al adoctrinamiento y a la pertenencia al grupo.

El resultado actual ya lo vemos: suciedad y desorden saltan a la vista. Peleas y altercados. Ruidos molestos. Al gasteche ya sólo acuden los peores jóvenes de los pueblos. Los intelectuales, artistas, poetas, hace más de una década que no aparecen por allí, huyeron despavoridos desde que impusieron la idea de que la cultura es tortura como eslogan machacón y dogmático. Fueron sustituidos por presos políticos cuyas fotografías figuran en el lugar que antes ocupaban las de Bowie, Lou Reed o Benito Lertxundi. Interesa ahora captar un nuevo tipo de joven obrero o fracasado escolar sin interés por la cultura, preferiblemente descontento o inadaptado social, bien adoctrinado y bruto, sin opinión propia ni sentido crítico alguno, orgulloso de pertenecer al grupo cuyo ideario considera incuestionable; fanatizado y estúpido, buen esbirro para militante de base, pegar carteles por la noche, acudir a las manifestaciones, corear eslóganes, formar masa de votantes fieles y consumir una serie de productos con los que creen identificarse con una supuesta guerrilla libertaria, cuya venta da pingües beneficios a los que consiguen triunfar y montarse en este sistema: discos de ritmos punk, camisetas pingonas, sudaderas con capucha, adornos tribales, tatuajes, pins, emblemas y un sinfín de artículos de merchandising.

Y los que antes acudíamos al Gazteleku, o al Juven, atraídos por el ambiente cultural y permisivo, hoy nos preguntamos por qué nuestros impuestos financian esta clase de fracasos, anacrónicas instituciones que deben estar ya superadas. Ya hay alternativas mucho mejores para los jóvenes, lúdicas y culturales de todo tipo, no son necesarios los gasteches. Más aún, cuando constatamos que en los pueblos que mantienen esta pesada lacra, los alcaldes viven a merced de que sus decisiones halaguen a los siempre organizados radicales, que en la práctica secuestran la política municipal de estas localidades, desposeyendo de poder real al ayuntamiento que no puede tomar decisiones sin el visto bueno del gasteche de los huevos. Cualquiera que ose oponerse a ellos, ya sabe lo que tiene: difamación, calumnias, amenazas, molestias a la noche, pintadas en tu casa o por el pueblo, ruedas del coche pinchadas o lunas rotas.

Fuimos pioneros en muchos avances sociales a nivel del Estado. Sigamos siendo pioneros y acabemos con estos tristes focos de infección social, que no educan a la juventud, que no son un ambiente limpio para ellos, lugares donde menores de edad pueden beber alcohol, consumir drogas y ser adoctrinados contra la sociedad que les protege: padres, educadores, instituciones. Cerremos para siempre los gasteches.

martes, 7 de agosto de 2012

La pequeña fauna local: moscas, mosquitas y moscones.

Son el incordio del verano y su presencia en las casas es permanente, también en invierno. Hay más de 1Tm de ellos por cada Km cúbico de aire. Las que vulgarmente llamamos moscas son una colección de curiosos insectos dípteros que comprende unas nueve familias, desde los tábanos chupadores de sangre, de dolorosa picadura, hasta las vulgares moscas domésticas, las más conocidas por todos. Algunas son utilísimas a la ciencia, como la mosca del vinagre; otras se aplican en medicina de vanguardia para sanar heridas cangrenadas. Muchas de ellas y sus larvas son grandes consumidoras de materia en descomposición. El ecosistema colapsaría en pocos días sin moscas. A partir de ahora, distraerse en su vuelo les va a parecer otra cosa, conozcan las principales familias de estos felices insectos.
Lucilia caesar

Las moscas, propiamente dichas, corresponden a dos familias principales: Múscidos (Muscidae) y Califóridas (Calliphoridae). Entre los múscidos principales se encuentra la Mosca doméstica, Musca domestica, que vive en todo el mundo, dentro de las casas. La hembra pone los huevos en los excrementos, estiércol y residuos orgánicos. Cada año surgen muchas generaciones, ya que su ciclo completo de metamorfosis dura sólo 14 días.
La Falsa mosca de las mulas, Stomoxys calcitrans, es parecida pero armada con un afilado estilete bucal que usa para chupar sangre. Frecuenta el ganado y pica a los humanos cuando entra a las casas. La herida es muy pruriginosa.

Las Califóridas son las más espectaculares. A esta familia pertenece la Mosca azul de la carne, Calliphora vicina, el conocido moscardón azul que anuncia su presencia con un intenso zumbido. Adora los cadáveres, los excrementos, el queso y la carne, donde pone sus huevos. Las larvas son esos gusanos blancos que se ven pululando en los cadáveres en putrefacción.
De la misma familia son las brillantes Lucilia, género que comprende más de 100 especies, que se diferencian por sus costumbres más que por su aspecto, ya que casi todas son de un intenso color verde metálico muy llamativo. Aquí la más conocida es la Lucilia caesar. Otras especies son amarillas y otras azul más claro que la mosca azul de la carne, pero todas son de aspecto metálico muy reluciente al sol. Las larvas de las Lucilia se utilizan en medicina para sanar las heridas cangrenadas, ya que devoran los tejidos necrotizados respetando los sanos. Pero no se dejen engañar por el bello aspecto metálico del animal: anida en los cadáveres y en las heces fecales, contamina los alimentos que toca y propaga enfermedades. Su aparición en las casas debe ser evitada a toda costa ya que su presencia indica la existencia de cadáveres o putrefacción severa: un ratón u otro roedor muerto en un hueco, por ejemplo.
Falsa mosca de las mulas

Más amables son las Drosofílidas, Drosophillidae, cuyo representante más notable es la modesta Mosca del vinagre o mosca de la fruta, drosophila melanogaster, la gran estrella de las moscas. Es la más pequeña pero el tamaño de sus cromosomas en las glándulas salivales añadido a su reducido número, hace que sea ideal para experimentar con ellas. Ya saben, las leyes de Mendel. Fue el primer animal en ver su genoma completo. También el único animal terrestre que está presente en el espacio, como espécimen de laboratorio, en la Estación Espacial Internacional y también en la defenestrada MIR, siendo objeto de numerosos experimentos. Aparecen por decenas en la fruta blanda caída.

Los Sírfidos, Syrphidae, son frecuentes en el campo durante el buen tiempo. El Syrphus ribesii posee un llamativo abdomen a franjas amarillas y negras que se parece al de las avispas. Para que el mimetismo sea completo, el animalito imita el vuelo de las avispas con su rápido batir de alas, pero es inofensivo. Se alimenta de néctar de flores. Las larvas devoran pulgones.

No olvidamos a los tremebundos Tabánidos, Tabanidae, con su mejor representante: el Tábano mayor, Tabanus bovinus, despiadado adicto a la sangre caliente, cuya urente picadura casi todos hemos tenido el gusto de probar. Cuando sientes el agudo y doloroso picotazo ya es tarde, el tábano cabroncete ya te ha chupado todo lo que ha querido y te ha dejado un punto rojo rodeado de una notable hinchazón pruriginosa. Gustan de la proximidad del agua donde las hembras depositan los huevos sobre plantas acuáticas. No se despisten en el campo.
El Haematopoda pluviales es más pequeño pero su picadura es aún más dolorosa. Las hembras tienen bellos ojos verdes y viven cerca de ríos y estanques. De parecidas costumbres es el Tábano de ojos dorados, Chrysops caecutiens, muy abundante cerca del agua.  Igualmente seres vampiros, atacan al ganado y al humano sin piedad para alimentarse de su sangre.
Tábano preparado para el ataque.

Finalmente los Bombílidos, Bombyliidae, son moscas rechonchas y de llamativos colores, como el Bómbix del sauce, Hemipenthes morio, que parasitan las orugas dándose la curiosa paradoja de que sus larvas son parásitos de otros parásitos, y los Estratiómidos como la Eulalia viridula, que vive sobre las hojas de arbustos sobre el agua.

Si se aburren, pueden observar moscas en su entorno próximo y en su paseo consuetudinario. Tal vez les tomen por chalados pero sin duda emplearán su tiempo de una manera más provechosa que echándose a perder por los bares agarrándose una buena cogorza delante de sus hijos, que no tardarán en seguir su ejemplo convirtiéndose en parte de la burricie lamentable que trota por nuestras calles.

viernes, 27 de julio de 2012

La pequeña fauna local: el vencejo común.

Cuando se acerca el verano y empiezan los ensayos de la Tamborrada, un alegre alboroto de chillidos y agudos gritos invade el cielo, fielmente puntual cada año por las mismas fechas. Son bandadas de pajarillos oscuros y veloces, excelentes voladores que jamás se posan en tierra. Llegan desde la lejana y cálida Africa, donde tienen sus cuarteles de invierno, a pasar el verano en Europa, extendiéndose por todo el continente hasta Asia. Frecuentemente se les llama golondrinas dada su costumbre de construir sus nidos bajo las cornisas y balcones, como lo hacen estos populares pájaros. Sin embargo, no son verdaderas golondrinas ni tampoco otras especies de esta familia, las Golondrinas o Hirundinidae, muy semejantes entre sí pero reconocibles con facilidad para el ojo experto del ornitólogo y del aficionado a las Ciencias Naturales.

La vida en vuelo: el Vencejo Apus apus vive toda su vida en el
aire, sin tocar el suelo nunca.
Se trata de un verdadero guerrillero del aire, de vida y costumbres aún no muy bien conocidas, pero fascinantes: es el Vencejo común, Micropus apus, ó Apus apus. La audacia de este pajarillo no conoce límites.

El Vencejo es un micropodiforme de la familia de los Vencejos. Sus costumbres no son muy conocidas. Extendido por toda Europa, hasta China y noroeste de Africa, inverna al sur del Sahara. Mide de 18 a 21 cm. Su plumaje es de un modesto grisáceo oscuro, ligeramente más claro en la parte ventral. Emigra a comienzos de agosto y regresa en abril o mayo. Es capaz de recorrer 900 km en un día.

Desde su primer vuelo, toda la vida del Vencejo transcurre en el aire, lo que dificulta enormemente su estudio a los ornitólogos. Una vez que abandona el nido, ya no regresa a él jamás. No hay vuelos de prueba ni aprendizaje. Cuando les llega el momento de volar lo hacen por primera y única vez. Nunca tocan el suelo desde donde tendrían grandes dificultades para despegar, siendo presa fácil de los gatos, y en el mejor de los casos, se llegan a posar en los escarpes inaccesibles donde colocan sus nidos: paredes altas, aleros o cornisas elevadas son los lugares que suele escoger para anidar. Los materiales para su construcción los recogen también al vuelo, como pajas, plumas, pelusa o palitos arrastrados por el viento que une con su saliva pegajosa. El nido es el lugar donde ponen los huevos y mantienen a la pollada, pero no residen en él. Ni siquiera para dormir o refugiarse.
Guerrillero del aire: el Vencejo Apus apus, captura insectos al
vuelo entre atrevidas acrobacias. Excelente volador, esquiva
con facilidad a sus depredadores.
El Vencejo descansa también mientras vuela. Más aún, duerme tranquilamente manteniendo un vuelo ralentizado. ¿Cómo lo consigue? Al anochecer, los vencejos se elevan hasta alturas superiores a 2000 m. sobre el suelo, lejos de cualquier peligro, y allí su ligero peso y enormes alas les sostienen en un vuelo semiplaneado en el que duermen cómodamente reduciendo sus batidas de ala por minuto y las pulsaciones del corazón, así como el ritmo respiratorio.

Se alimentan de insectos voladores a los que diezma y mantiene sus poblaciones estables, así que son imprescindibles para controlar el equilibrio ecológico. Consumen anualmente toneladas de estos insectos que cazan sin cesar haciendo acrobáticos alardes de técnica de vuelo. Como ya se habrán imaginado, también se aparean en vuelo. El galanteo ocurre entre mayo-junio con los exhibicionistas machos compitiendo por las hembras. Consumado el asunto, la hembra pone 2 ó 3 huevos blancos  que incuba durante 18 días, mientras el macho se ocupa de la intendencia. A las seis semanas de nacidos, los polluelos abandonan el nido.

Disfruten del espectáculo veraniego que ofrecen estos pajarillos. Intenten perseguir su vuelo armados con unos buenos prismáticos y admírense ante las asombrosas capacidades con que la Naturaleza ha dotado a estos animalitos tan veloces y alborotadores, todo un símbolo de libertad. Y naturalmente, no dejen de leer B.R. el blog de Bernar, que es lo que hace la gente guapa e inteligente.



martes, 17 de julio de 2012

La pequeña fauna local: el Eskalu o Piscardo.

Ya empiezan a estar lejanos aquellos días en que veíamos bajar las aguas del río Urola cada día de un color. Doy fé de que he visto el río coloreado en verde, amarillo, anaranjado, azul, negro, y una extensa gama de tintes que teñían el cauce imaginativamente, aportando con entusiasmo más residuos químicos al que fué uno de los ríos más contaminados del mundo. Hoy por fortuna y gracias a la estación depuradora, el panorama es radicalmente diferente.

La vida se recupera con rapidez en el antes sulfúrico ambiente del río Urola.

Se puede ver el fondo tapizado de algas fluviales en las zonas de aguas someras, donde el caudal fluye con tranquilidad, refugio de la protofauna que constituye el plancton fluvial, base alimentaria de la cadena trófica en este ecosistema. Estas algas indican salubridad del agua. No viven en ambientes ácidos. Consumen la materia orgánica depositada en el fondo y con su función clorofílica aportan oxígeno al agua. Bajo su protección otras especies desovan y prolifera la fauna del lecho fluvial, formada por larvas de insectos, pequeños moluscos y diminutos seres acuáticos de todos los tamaños por debajo de los 5 mm. Son los almacenes de alimento de un pequeño pez habitante de aguas fluviales limpias y preferentemente, bien oxigenadas. Se trata del Piscardo, Phoxinus phoxinus, conocido en nuestra comarca con el nombre en vascuence de Eskalu.

Descrito por Linneo en 1758, el simpático y veloz Eskalu es un ciprínido que forma densos cardúmenes en los ríos, formados por machos a los que se les agregan las hembras en época de apareamiento. Es un pez más habitual del Norte de Europa, especialmente Finlandia,  y se suele introducir en los ríos en los que se desea repoblar de especies interesantes para la pesca, como es el caso de los piscardos de la cuenca mediterránea. Todos los hemos visto alguna vez en ríos limpios de montaña, huyendo rápidamente en cuanto perciben nuestra presencia. Normalmente pensamos que son alevines de trucha, ambos se confunden fácilmente cuando son jóvenes, pero el alevín de trucha crece hasta un tamaño considerable, aquí se pescan ejemplares de hasta 2 kg., y el Piscardo apenas llega a superar los 140 mm. de longitud, pasando a formar parte de la dieta habitual de la glotona trucha, que los devora con fruición. Tienen aletas cortas y escamas pequeñas. Su coloración es variable, a veces presentan manchas oscuras transversales.

Alcanzan la madurez sexual entre los 1 y 2 años. Se reproducen de Abril a Junio, para lo que migran al curso alto de los ríos donde el agua es muy limpia, oxigenada y el fondo es pedregoso. Durante el celo, los machos presentan tubérculos nupciales y la base de las aletas, salvo la dorsal, se colorean de rojo. El color general del pez también se oscurece. Depositan entre 200 y 1000 huevos. Cuando la temperatura del agua alcanza los 15 grados de temperatura, los huevos eclosionan.

Aunque abundan en el Urola, prefieren las aguas más limpias y oxigenadas de sus afluentes. Su gusto por el agua limpia es un buen indicador del estado biológico de las cuencas fluviales. Los vertidos y mala calidad del agua les afectan muchísimo, diezmando sus poblaciones con graves consecuencias en toda la cadena trófica del ecosistema. Por eso una vez detectada su presencia, se deben mimar las condiciones favorables de su hábitat. El Eskalu se da de forma natural en algunas cuencas del Cantábrico y el Atlántico, y en otras ha sido introducida para favorecer la expansión de la trucha. Precisamente la cuenca del Urola es de las que poseen el Piscardo de forma autóctona, no importada. Es una cuestión que tal vez interese al ecologismo local, siempre presto a descubrir especies exclusivas del territorio. Incluso puede que nuestro Eskalu tenga ese pelín de diferencia suficiente para ponerle el apellido de subespecie ¿qué tal Phoxinus phoxinus urolensis?

Pueden discutirlo en sus paseos por la orilla del Urola mientras los observan en sus huidizos cardúmenes. Ello les dará pie para meditar sobre la belleza, limpieza y falta de hipocresía del mundo que nos rodea y les llenará mucho más y mejor que los tragos de bebidas dudosas que se echan al coleto en el bar. Lleven a sus pequeños y enséñenles algo interesante y educativo, a la vez que les hacen andar unos kilómetros, lo que les vendrá de maravilla y les moldeará el carácter adecuadamente. Diviértanse y aprendan cosas sin gastarse ni un euro y pasando la tarde mucho más entretenida y provechosa, lo que les llevará a ser mejores personas cada día.

domingo, 8 de julio de 2012

Alegres borracherillas infantiles.

En Agosto, se cosechaba el centeno y el ajetreo en la casona de mi abuela era intenso y acalorado. Mis tías iban contínuamente de un lado a otro, ora haciendo las camas, ora atendiendo la taberna, ora bregando en la cocina, ocupadas sin parar en los mil quehaceres de aquella hacienda, una de las grandes del pueblo. Para ahorrar costes y agilizar la cosecha, nos juntábamos con la familia de Cheles, que ponía los caballos para la trilla; se agregaban por lo general algunos jornaleros, no más de cuatro, todos los años los mismos, así que eran como de la familia. Para echar una mano a todo, es un decir, estaban los veraneantes que en Agosto abarrotaban la taberna desde la mañana hasta bien entrada la madrugada.

Había trabajo para todos, para los niños también.

-Bernardo, vete con la tía Mari a la huerta de los Casares, que hay que traer lechugas para la comida.- Y me iba con mi tía Mari, que había venido de París a pasar unos días, a por lechugas a la huerta de los Casares, destinada a las hortalizas mejor regadas.

-José Angel, vete con Chuchín a dar vuelta a la hierba al prado del Molino Arriba.- Y a mi primo Josean le tocaba joderse un rato dando vuelta a la hierba bajo el sol seco del verano castellano. A veces nos tocaba ir a los tres a eso de dar vuelta a la hierba. Se coge una horca y se le da vuelta a la hierba cortada ya seca por un lado, para que el sol la seque por el otro. Es un completo tedio, pero es peor cavar patatas. Así que se tenía como labor de muchachas y niños, para ir aprendiendo el campo. Mi hermano siempre nos ganaba en hacer su línea y marcharse a la sombra. Luego, volvíamos a la casa, pero no a descansar.
En la cocina ya estaba encendida la lumbre y se veía un gran puchero sobre un trébede de hierro, hirviendo junto al fuego, atendido por mi abuela. Mi madre estaba en la plaza, haciendo toda la compra. Mi tía Mari y yo habíamos regresado de la huerta con lechugas y cebollas. Mi tía Mari Nieves pronto encontró la manera de echarnos a mi hermano y a mí de la cocina.

-A ver chiquitos, cogeros una horca cada uno y marchad al Molino Arriba con vuestro primo, para ayudarle.-

Dimos vuelta a la hierba de todo el prado, media hectárea más o menos, y regresamos a casa. dejamos las horcas y nos marchamos al río. Nadamos un rato en las frias aguas de la presa hecha por nosotros mismos y nos fuimos a comer antes de que los hombres regresaran del campo, hambrientos, sudorosos y quemados por el sol y el aire, dejando a su paso un fino rastro de pajas de centeno. Entramos en tropel en la cocina alborotados en confuso catacrac. Mi tía Eulalia ya se había ocupado de ayudar a mi abuela en la cocina. Todo estaba listo y nos mandaron pasar al comedor porque no había sitio en la cocina. 

El comedor era grande, con un balcón que lo iluminaba generosamente. Tenía una gran mesa central que se había cubierto con uno de esos amplios manteles de hule que se ven en los pueblos. A los niños nos encantaba comer allí porque eso significaba fiesta u ocasión importante, digna de figurar en los anales familiares. Nos sentamos a la mesa y esperamos la comida. Para beber, nos habían puesto agua, gaseosa y para dar algo de color a la gaseosa, vino tinto. Sólo para colorear, que quede claro.

A mí, lo que me gustaba para beber era leche pasteurizada de vaca, fresquita y embotellada, no esa leche directamente de la vaca que consumían allí, pero como tenía sed, me puse un vaso hasta arriba de gaseosa y le puse un dedo de vino. Mi hermano hizo lo mismo, pero con menos gaseosa y algo más de vino. Josean se quiso hacer el hombre y se sirvió un vaso casi hasta arriba de vino tinto, con un par de dedos de gaseosa para disimular. Y ante nuestros ojos atónitos se lo bebió sin pestañear de un trago y se sirvió un segundo tintorro como el anterior, con dedo y medio de gaseosa. Mi tía Mari entró con una fuente de patatas a la riojana, nos sirvió abundantemente y se marchó de nuevo a la cocina.

-Jó, otra vez patatas- refunfuñó mi hermano. A mí tampoco me gustaban. Bueno, a mí es que no me gustaba nada. Mi madre decía que comía muy mal. A pesar de todo hice un esfuerzo y metí la cuchara en el plato, consiguiendo llevar una patata hasta mi boca. Mastiqué despacio mientras Josean empezaba a sentir los primeros síntomas de alcoholemia.

-Jose Angel, es de mala educación hacer tonterías en la mesa.- Corregí a mi descarriado primito con mi habitual aplomo y autoridad intelectual.

Josean contestó balbuceando mientras mi hermano, siempre amigo de adherirse a todo lo que prometiera diversión, empezaba a imitarle peligosamente, aumentando el porcentaje de vino tinto en la composición de su bebida. Pronto estuvieron los dos diciendo tonterías, con las mejillas encendidas y los ojos brillantes bailando en sus órbitas. Y los platos, a medio comer. Por una vez, yo les había ganado y ya me había terminado las patatas a la riojana de mi abuela. En eso, entró mi tía Eulalia a interesarse por la marcha de la comida. Y pronto vió que algo no marchaba bien.

-Anda Bernardo, si has terminado el plato antes que estos dos...- y se les quedó mirando con sospecha. Entonces empezaron a decir tonterías al unísono. Mi tía Eulalia entonces observó los vasos ya casi vacíos pero de inconfundible color rojo oscuro, las mejillas encendidas como candiles y los ojos chispeantes, especialmente los de Josean, que no podía ya sujetarlos firmes en sus cuencas.

-Pero,¿qué habéis hecho? ¡¡José Angel!! ¿cuánto vino habéis echado a la gaseosa, eh?-
Josean trató de explicarse:-Le hemos echado gasolina, glé, glé, glé- balbuceó tratando de salir con dignidad de la inminente pillada.

Aquel era un momento que no debía desaprovechar para dejar clara ante mi tía, mi altura de miras y preclara disposición a la siempre sana rectitud moral, así como mi agudo sentido de la observación y el juicio crítico.

-José Angel se ha tomado dos vasos enteros de vino con nada de gaseosa y mi hermano uno- y además precisé levantando el dedo índice - Enteros, hasta arriba, tía Lali-

-Pero... ¡¡José Angel!!¡¡ Pero si se le caen los ojos, Ay tu madre!!- bramó al darse cuenta del lamentable estado de mi primo, ya incapaz de hablar con claridad y de mantener firme la mirada que se le iba de un lado a otro.

Mi tía Eulalia le propinó dos sonoros bofetones a Josean que, la verdad, los tenía bien merecidos. El alcohol siempre me pareció un vicio denigrante y bajuno.

-Hala, a la cama. Mira tu primo Bernardo, qué juicioso es. Sinvergüenza.-
-Pues sí- apunté levantando las cejas, componiendo una expresión justiciera. Acto seguido se dirigió a mi hermano, que reía bobaliconamente.-Y se lo voy a contar a tu madre, para que lo sepas. ¡Borrachines!- Cogió a Josean de la mano y se lo llevó a tortas hasta la habitación contigua al salón. Le bajó los pantalones y la panadera que le dió resonó por todo el pasillo. Terminado el ejemplar castigo, le desnudó, le lavó la cara con agua fría y le metió a la cama toda la tarde.

Y así pasamos aquel feliz día.




miércoles, 4 de julio de 2012

Iniciación a la música contemporánea

Existe hoy día la tendencia a considerarse uno mismo entendido en música moderna, teniendo un conocimiento más o menos profundo de dos palos de ritmos rock-pop, un par de discos de blues y una colección de básicos de jazz. La ignorancia es atrevida. En la materia musical como en tantas otras ramas de la Cultura, adolecemos de un desconocimiento que unido al desierto que es la música Clásica en nuestro país, nos vuelve al lugar común del atraso intelectual, que denostamos con tanta insistencia como testaruda obstinación en el empeño de permanecer en la mediocre burricie que promocionan los sucesivos gobiernos que nos ha tocado padecer, tal vez más interesados en formar dóciles masas embrutecidas que individuos librepensantes. O en generar beneficios para la SGAE que no podrían obtener promocionando la Música Clásica, que no proporciona ingresos por derechos de autor.

La música clásica Contemporánea, la verdadera música moderna, es aún una absoluta desconocida en nuestro país, ignorada tanto por intérpretes como por profesores y programadores completamente anclados en un gusto decimonónico y trasnochado. Ninguneada en los conservatorios o tratada como alumno díscolo en el mejor de los casos, los futuros músicos tienen que completar su formación fuera de España, ante la situación de indigencia intelectual institucionalizada con que se encuentran aquí.

Tal es el panorama que aún ya entrados en el siglo XXI, resulta sumamente anecdótico ver cualquier compositor posterior a 1920 programado en cualquier concierto de música clásica. Los pequeños grupos de cámara escapan a esta norma, pero apenas salen del ámbito connoisseur y el público no conoce las obras modernas, por lo que no gozan de su favor como los clásicos más populares, los del Romanticismo, que son los que sobre todo cubren las programaciones de clásica con el aforo completo asegurado. Pero el público amante de la música no deja de preguntarse, ¿Cuál es la música clásica de hoy día? ¿Quiénes son los Beethoven, Bach, Tchaikovski o Dvorák actuales?


Y sin embargo, estamos más que acostumbrados a escuchar música contemporánea e incluso dodecafónica bastante irreductible; se utiliza muchísimo en cine y es en este medio donde ha alcanzado su mayor difusión. Especialmente en las películas de directores más atrevidos: Kubrik, que era un exquisito conocedor de música clásica, aprovechó el talento de Penderecki y Bèla Bartok para dar a El Resplandor su tenebrosísimo y desasosegante ambiente. Su banda sonora ha sido uno de los grandes éxitos de la música Contemporánea, una Traviata o una 5ª Sinfonía del siglo XX. Como es habitual en nuestra línea, en B.R. siempre estamos comprometidos con la Cultura verdadera y de criterio independiente. Para que se inicien en la música moderna con criterio, pueden seguir unas pautas, empezando por los más fáciles de digerir que son Schoenberg, Webern o Charles Ives, cuya música continúa el camino empezado por Shostakovich, Bèla Bartok y otros enormes pioneros.

¿Están cansados de escuchar siempre la misma música machacona y adocenada? ¿Buscan sensaciones estéticas e intelectuales nuevas, excitantes y radicales? ¿Les parece que algo se oculta en la difusión de la música clásica en nuestro país? Abróchense los cinturones.

Pueden empezar escuchando la "Música para cuerdas, percusión y celesta" de Bartok y "A survivor from Warsaw", la estremecedora cantata de Schoenberg que narra con brutal precisión la toma de Varsovia por los Nazis. Y es que pasada la 2ª Guerra Mundial, la música cambió por completo y la nueva escala dodecafónica daba la medida estética de lo que se había vivido. Las nuevas obras expresaban desgarradoramente los terribles sonidos de la guerra, la tristeza de la derrota, la sensación de pérdida general. Los instrumentos se emplean de forma poco convencional, las cuerdas se golpean con los arcos, los pianos se preparan con tornillos entre sus cuerdas o se desafinan una cuarta. La percusión cobra gran importancia y se crean obras específicas para ella. Especialmente el público estadounidense acogió con gran entusiasmo a estos nuevos compositores que acabaron viviendo allí, desarrollando su obra principal en el ambiente de libertad cultural que siempre han propiciado los EE.UU.

Si les gustó lo de Varsovia, pueden continuar con la imprescindible "Pierrot Lunaire", de Schoenberg, completamente inmersa en el dodecafonismo. Tal vez les parezca atrevida o incomprensible esa manera de cantar, pero cuando se acostumbren la admirarán cada vez más. El tratamiento de flauta es igualmente sorprendente y cualquier cosa menos aburrido. Es una pieza, como muchas de la música Contemporánea, que pone al límite la capacidad del instrumento y del músico que interpreta. Es igualmente imprescindible "The unanswered question", maravillosa pieza de Charles Ives que refleja la soledad y desamparo humanos, en largas redondas violentamente interrumpidas por el tema atonal de la flauta y oboe, que desgarran los compases angustiosamente.

Una vez entrados en harina, podemos ir más allá de 1950 y atrevernos con la música electrónica. De nuevo nos encontramos aquí al grupo de pioneros que han sido probablemente los principales compositores desde la 2ª mitad del siglo XX: se trata de la generación formada por los compositores Iannis Xenakis, Stockhausen, Ligeti, Cage, Ferneyhough y naturalmente, el enorme Penderecki.

Stockhausen fue llamado el Beethoven del siglo XX. Junto con György Lígeti se dedicó a la investigación y composición de música electrónica, adaptando el álgebra de Boole, los algoritmos y la onda senoidal al servicio de la música. Las composiciones electrónicas de Stockhausen pueden parecer irreductibles o demasiado vanguardistas a los oídos poco acostumbrados, pero acarician tus neuronas y crean atmósferas sofisticadas muy utilizadas como fondo musical en las exposiciones de arte moderno, el cine o el teatro. Asímismo tiene atrevidas piezas para orquesta o solistas, donde lleva los instrumentos al límite de sus posibilidades tímbricas, que harán las delicias de quienes gustan de las sensaciones fuertes. También pueden escuchar "Cassandra's dream", solo para flauta travesera de Brian Ferneyhough, un genio cuya música les producirá abundantes secreciones de dopamina. No lo intenten hacer en su casa.

Más popular es György Lígeti, interesado en los algoritmos y la geometría fractal de Benoit Mandelbrot, cuyas obras han sido parte del soundtrack de películas famosas como "Eyes wide shut", concretamente el segundo movimiento de su "Música ricercata", cuya partitura puede practicar cualquier estudiante de piano ya que es técnicamente sencillísima. No dejen de escuchar su célebre "Devil's staircase" o escalera del Diablo, dificilísima pieza para pianoforte donde consigue un efecto de escala ascendente continuada espectacular.

Penderecki es mi favorito. El genio de las atmósferas angustiosas y extremadamente oscuras. Su música es más asequible para el gran público. También un creador de sinfonías en la línea de Schoenberg, Stravinski e incluso Orff. Si tus pesadillas tuvieran música, sería la suya. Todos hemos experimentado la ominosa presencia de lo maligno en las piezas que Kubrik dispuso como banda sonora en "El resplandor", con fragmentos de "Polymorphia", "De natura sonoris II" o "Dimensions of time and silence". Otras obras famosas son "Threnody for the victims of Hiroshima",  "The dream of Jacob" o "Canticum canticorum Salomonis".

Podría extenderme hasta el infinito, pero mi intención es darles unas breves pautas con las que puedan iniciarse en la música contemporánea. Pongan estos compositores en su buscador para empezar con algo seguro. Navegando en Youtube encontrarán sin dificultad innumerables obras de estos y otros muchos autores importantísimos que no he nombrado, como Galina Ulstvolskaya o Mosolov, grandes pianistas rusos, y por supuesto el gran Carmelo Bernaola, autor de la célebre sintonía de "La Clave". Todo ello además con partituras para que puedan leer la música mientras la escuchan. No dejen de investigar y les aseguro que encontrarán una fuente de disfrute e inspiración que engrasará y dará placer sin límite a sus neuronas, y las mantendrá trabajando con mucha más eficiencia. Supongo que se habrán dado cuenta de que cuanto peor es la música escuchada, peor gente se cría en los pueblos.


lunes, 11 de junio de 2012

Carlis, el de la Anuncia

En Riocabado, teníamos dos Carlis: el de la Anuncia y el de la Carmen. De este ya he contado alguna cosilla, porque solíamos ir con los caballos de su padre a cuidar las vacas por el monte. Hoy toca escribir sobre el peor alicate que ha pacido por esta bellísima sierra, que parece mentira que madre alguna pariese a semejante águila, con tanta buena gente que habita en esos pueblos. Pero así son las cosas y ocurre hasta en las mejores familias. La oveja negra, el mirlo blanco, el árbol que nace torcido y que no se puede enderezar por mucho esfuerzo y trabajo que se emplee en ello, cuyas bellaquerías y malas acciones avergüenzan a sus allegados y aún al resto del pueblo, que ve su buen nombre manchado por tales individuos, finalmente útiles como mal ejemplo para los niños.

Carlis, el de la Anuncia, siempre fue mal bicho. Tenía malos instintos ya desde temprana edad. Era diestro con el tirabeque y no perdonaba un cristal. Espantaba los ganados y hacía fuegos que dejaba sin apagar con mala intención. Azuzaba a los perros y martirizaba a los gatos. Abusaba de los niños más débiles que él y a la escuela sólo iba para provocar al maestro y armarla parda cuando tenía la mínima oportunidad. Siempre andaba solo y nadie se fiaba de él porque ir en su compañía significaba meterse casi con seguridad en algún mal asunto, o hacer alguna travesura perjudicial para alguien. Fantaseaba continuamente sobre cómo robar o quemar el pajar a los vecinos, de quienes siempre hablaba mal, o montar una banda callejera que aterrorizase a la comarca y le diera mucho poder, pero en realidad no tenía agallas ni casta para acometer acciones tan atrevidas. Los hombres de verdad también son buenas personas para sí mismas y para los demás; algo de lo que estaba muy lejos Carlis, el de la Anuncia.

Aquel verano, no llegaba el buen tiempo y no podíamos ir al río a bañarnos y tomar el sol. Deambulábamos sin rumbo fijo entre calles maquinando alguna manera de divertirnos. Mis tías nos habían echado de la taberna de mi abuela porque no les gustaba ver niños por allí, escuchando las cosas que decían los hombres después del café y la copa de brandy 103. Tampoco querían vernos correteando por la casa en penumbra y no nos dejaban subir al payo, el enorme desván, lugar de tantos misterios y diversión. Así que nos mandaron a la calle,  a tomar el aire. En realidad nos habían dicho que nos fuéramos al monte a pasear, pero a mi primo Josean que era de la capi, eso del monte le parecía una claudicación. Y en cuanto a mi hermano, detestaba caminar. Así que paseábamos por las solitarias calles de pueblo, escuchando las bravuconadas de Josean, que mentía como respiraba.

Y en eso, al doblar una esquina en la calle de la casa de la Pascuala, apareció Carlis el de la Anuncia, con su cara de gilipollas sin remedio y su pajizo pelo rubio. Iba merendando una rebanada de pan de hogaza con nocilla, que le había manchado alrededor de la boca. Mi primo dejó de aparentar, mi hermano torció los morritos y yo abrí desmesuradamente los ojazos.

Vaya, problemas a la vista.

Carlis el de la Anuncia, se nos juntó irremediablemente, aparentando afabilidad y colegueo, pero no nos la daba. Ya sabíamos que pronto se buscaría un motivo para abusar de nosotros y sólo estábamos esperando ver a quién le tocaba esta vez. Dos calles más abajo, entre la casa de Isaac y la de la Pruden, ya nos estaba pegando. Probamos a tirarle piedras para que nos dejase en paz pero esto sólo consiguió empeorar las cosas. En un momento dado, Carlis el de la Anuncia le agarró a Josean por el cuello, poniéndolo contra la pared de mampostería del pajar anexo a la casa de Isaac.

-Ahora qué ¿eh?¿eh?- alardeaba el sinvergüenza sujetando al pobre Josean, que apenas le llegaba al pecho, con la lengua afuera.
-Sus voy a dar pal pelo bien a los tres, coño- amenazaba de veras el palurdo, disfrutando de su ventaja. Debíamos librarnos del abusón. Había que hacer algo, pero ¿qué?.

Y en aquel momento, esa precoz superioridad intelectual y moral que siempre me distinguió de la chusma volvió a manifestarse, acudiendo en nuestra ayuda.

Justo detrás de mí crecía una verde y jugosa mata de ortigas que, al observar los pantalones cortos de Carlis el de la Anuncia, me produjo una curiosa asociación de ideas. También había allí mismo un trozo de cartón, con el que pude agarrar firmemente y sin peligro de pincharme yo mismo, la brava y urticante ortiga de la sierra. Josean captó enseguida mi aviesa intención y mantuvo entretenido al fantasmón mientras me daba la espalda. Me acerqué sigilosamente por detrás y arrimé la ortiga a su pantorrilla, procurando restregarla bien contra el hueco de la rodilla y el interior del muslo, que es donde más pica.

El rufián saltó lanzando un aullido de dolor y desagradable sorpresa. Soltó a Josean, que le hizo burla con la lengua antes de salir corriendo con los demás. Pero antes de emprender la huída y para dejar bien claro que no sólo habíamos ganado, sino que éramos más guapos,  más listos y más valientes, me planté delante y levantando las cejas y el dedo índice, sentencié con todo el aplomo que pude:

-Nosotros, los vascos, siempre luchamos y nunca nos rendimos.-

Y salimos corriendo ante el asombro de Carlis el de la Anuncia, que se quedó chasqueado, burlado y escocido. Dos calles más arriba, Josean empezó a discutir porque yo había dicho "nosotros, los vascos" y él no quería ser vasco para nada porque era español y además de Burgos capital y se sabía el Cara al Sol y el himno de la Legión. Yo le dije que nosotros, los vascos, somos los mejores y en Burgos estáis muy atrasados porque no tenéis ni fábricas, ni pueblos grandes, ni nada y sois todos medio analfabetos. Así que antes de media hora ya nos estábamos pegando otra vez. Y así terminó aquella felicísima tarde.

martes, 5 de junio de 2012

¿Qué es España?

Desde el unamuniano "me duele España" hasta el franquista "unidad de destino en lo universal"(sic) muchos han sido los que han tratado de aclarar esta invención imposible que es nuestro país. Yo no sé con cual de todas las definiciones quedarme, tan complejo es lo nuestro, y además, como greguerías al modo de aquel pelmazo entrañable que fue Sénder, se me ocurren unas cuantas más que podrían aportar algo de unidad nacional descriptiva en la orientación del caos en el que vivimos.
Cuando pienso lo que es este país, me pongo como un puto loco
Foto: B.R. el Blog de Bernar
Para que no se me olviden, he decidido ir apuntando pensamientos que se me ocurren como respuesta a la pregunta  "¿qué es España?". Por si a ustedes les sirviera de algo, me ha parecido buena idea publicarlas en B.R. Ahí va nuestra aportación para tratar de aclarar este totuum revolutum que es nuestro país y poder dar alguna explicación satisfactoria a los numerosos extranjeros que nos visitan y nos preguntan atónitos sobre el tema.

Estas son más o menos, las conclusiones que se le pueden ocurrir a cualquiera sobre lo nuestro, después de leer el periódico o de ver las noticias en la tele, cualquier día en nuestro país:

España, fundamentalmente, es una mesa de trile con seis cubiletes y un trilero de ocho brazos, con una multitud de pringaos apostándose el salario del mes a una echada.

España es un coto de caza privado para la monarquía que nos toque aguantar. Antes, se conformaban con esquilmar rebecos, osos y ciervos patrios; ahora, ya se sabe, qué les voy a contar yo que no se haya contado ya.

España es un puti club. Si alguna vez han entrado en uno, no hace falta que de más explicaciones.

España es un navío al pairo, con el timón roto, las velas hechas trizas, un capitán pirata, oficiales patibularios y una tripulación de yonquis que explotan a unos pasajeros arruinados, mareados, amenazados y acojonados, todo ello en medio de un tifón en el Mar de Tasmania.

España es una mierda pinchada en un palo. Además, un palo reseco. Nada de brotes verdes.

España es un autobús lleno de idiotas enloquecidos en pleno delirio, puestos de speed, sin conductor ni frenos, lanzado a toda velocidad contra la circulación en una autopista. Eso sí, con la música a tope. Que no falte el buen rollito. Ni la fiesta.
Esto es como Santander: cagar y volver Foto: B.R. el Blog de Bernar

España es Sierra Morena, pero con políticos en vez de Curro Jiménez y El Tempranillo. No es lo mismo, pero es igual.

España es una trainera con una tripulación compuesta por timonel, capitán, oficiales, suboficiales, secretarios, técnicos y ningún remero. Esta definición no es mía, pero la suscribo.

España es una soka-tira con 17 equipos a la vez.

España es Santander: cagar y volver.

España es una zarzuela, pero con el guión de una tragedia griega.

España es una representación grotesca de la civilización europea. Esta es del gran Valle-Inclán.

Ya tienen para comentar en el café. Eso, eso: café, café. Es lo que nos van a dar en cualquier momento los de siempre. Si se les ocurren más cosas de estas, no duden en enviárnoslas a nuestra redacción.











jueves, 24 de mayo de 2012

Grados de maltrato animal

Por lo general, cuando oímos hablar de maltrato animal se nos viene a la mente la imagen tan española y tópica del galgo muerto a palos, o de la también clásica figura en nuestros pagos cual es la del matagatos, siniestro pasatiempos que tiene un curioso predicamento por estos lares y del que oportunamente contaré algo en su momento. Pero hay comportamientos hacia el reino animal que sin ser cruentos son manifiestamente maltrato.
Especialmente cuando sometemos a una especie a la especulación comercial siguiendo los dictados de la moda del momento. Les pongo un ejemplo que les dará que pensar. Hace no muchos años las calles se llenaron de bellos perros  Husky, Samoyedo y otras razas nórdicas de hermoso manto y hechiceros ojos azules. Hoy día es curioso, pero apenas se ve uno de estos ejemplares adulto. Más curioso aún si se tiene en cuenta que estas razas viven con facilidad más de doce o quince años, espectativas de vida que se estiran considerablemente con el bienestar que les procuran sus cuidadores. ¿Dónde han ido todos esos perros? Piensen en lo peor.

Explorando la noche: cada año miles de gatitos pierden la vida
en accidentes. Un gato en libertad apenas sobrevive cuatro años.
Foto: B.R. el Blog de Bernar
¿Nunca han visto un Golden Retriever corriendo de lado, con la cadera luxada?  El caso de sobreexplotación de esta raza que enamoró a los espectadores de televisión en España, ya saben, el perrito Scottex, fue atroz. El animal fue tan solicitado que hubo granjas dedicadas en exclusividad a la producción en masa de pequeños Retriever. Allí hubo de todo. Se pasaron por la bisectriz todas las recomendaciones veterinarias sobre reproducción y se obligó a parir camada tras camada hasta la extenuación a hembras que procreaban entre miembros de la misma familia, con la consiguiente degeneración de la raza por consanguineidad. Las quejas no tardaron en aparecer en forma de animales con luxaciones de cadera y malformaciones congénitas que aparecían al crecer el cachorro; se hicieron tan frecuentes que era casi imposible ver un ejemplar adulto sin esta tara, hasta el punto de que llegó a considerarse una raza condenada y degenerada sin posibilidades de recuperación total. Miles de ellos fueron sacrificados o abandonados a su suerte por dueños avergonzados de que cualquier perro bastardo y espurio corriese perfectamente a toda velocidad, con la espalda recta, la orgullosa cabeza adelantada y girando en las curvas sin derrapar un milímetro, y su precioso perrito Retriever, que le había costado un dineral, apenas era capaz de trotar con poca gracia y el culo medio ladeado.

Pero para atrocidades, las que se realizan en felinotecnia superan la imaginación más perversa. El capricho no tiene límites a la hora de deformar genéticamente a los gatos para conseguir ejemplares que pretenden pasar por tiernas mascotas cuando en realidad son desdichados ejemplares con monstruosas malformaciones congénitas obtenidas para exagerar sus rasgos como orejas enormes, falta de pelo, frente excesivamente abombada para dulcificar su expresión, patas demasiado cortas para redondearlos o demasiado largas para destacar su linea delgada. Ninguna raza se libra de felinotécnicos sin escrúpulos que tratan de modificar genéticamente determinados caracteres para adaptarlos a las exigencias que la influyente FIA determina para cada standard racial.

Por no hablar de los que por comodidad extirpan las uñas a sus gatos, cruel práctica hoy día prohibida en casi todo Occidente.

Lo peor son los que tratan de conseguir nuevas razas felinas. Prefiero no pensar en qué le pasa por la cabeza a una persona para manipular así a otro ser. Se han llegado a exhibir grotescas criaturas que nunca debieron ver la luz, producto de una mente enfermiza que ha perdido todo respeto por la Naturaleza y se cree con derecho a alterar su maravillosa armonía: seres sin pelo, paticortos,  con orejas descomunales y ojos enormes y redondos más parecidos a un Poto de Madagascar sin pelo que a un verdadero gato. Con bigotes fosforescentes. Antialergénicos. Seres infelices y completamente dependientes de sus colgadísimos cuidadores, tan incapaces de adaptarse al medio ambiente como ellos. Todo este sufrimiento se justifica en obtener razas rentables y bien acogidas por un público degenerado y caprichoso que no dudará en deshacerse del animal cuando se aburra de él.

Imagínense hacer lo mismo con seres humanos. ¿Le acortaría las piernas y brazos a su niño?¿Le agrandaría los ojos y orejas?¿Le parecería estupendo y guay exhibir a un hijo fosforescente ante sus amigos en sus fiestas privadas?

Bien protegida: cuidadora encantada de sus dos maravillosos
 mastines. Foto: B.R. el Blog de Bernar
Luego vemos todos los veranos o Semanas Santas el mismo lamentable y tremendo espectáculo de perros perdidos, angustiados, desesperados, sin entender qué les ha pasado, siguiendo por las carreteras el rastro del sinvergüenza desagradecido que un día presumía de mascota elegante hasta que cayó en la cuenta de que un trato es un trato, aunque se haga con un animal, y que hay que cumplir y lo nuestro es para siempre. Y que no me da la gana de seguir con el puto perrito de los cojones que además come, caga y mea, y que lo dejo en el monte o en la gasolinera o donde me salga, porque me quiero largar de vacaciones a la costa ya y paso de rollos chungos, total no es más que un puto perro, o una mierda de gato, y seguro que se las arregla él solito. Y si llora la cochina de tu hija, ya le comparé una tortuguita para que se calle, que cuando hace falta se tiran por el báter o al río si se ha convertido en galápago y problema arreglau.

¿Han visto alguna vez la mirada de ese perro trotando obstinadamente por la carretera? Ya sé que suena a tópico facilón.

¿Sabe cuanta esperanza de vida tiene un gato en libertad? No más de cuatro años los que son salvajes. Uno abandonado apenas sobreviviría unas semanas.

Había pensado muchas veces en ello, indignándome incluso, pero sin tomar partido.

Pero un día yo también lo vi trotando por el arcén de la carretera, incansable y obstinado. Lo tuve enfrente, mirándome fijamente un breve lapso de tiempo; el justo para reconocer a su dueño a través del parabrisas, pensé mientras pasaba raudo a su lado, en una carretera de Burgos. La imagen del perro trotando y la expresión de su mirada nunca las podré olvidar. El reproche, la inocencia rota, la confianza traicionada, la locura y el miedo que emanaban de sus ojos color caramelo. Lo que siente un perro cuando es abandonado es indescriptible para un humano. Es un sufrimiento moral superior a la pérdida de un ser querido, ya que siempre tenemos otros seres amados cerca nuestro. Al abandonar a un perro todo su mundo queda absolutamente destruido y no tiene otras referencias o seres cercanos a quien recurrir. Menos aún arrojado a la Naturaleza hostil y salvaje que no conoce y en la que no sabe desenvolverse en libertad. La situación más aproximada para un humano sería que matasen a toda su familia y le arrojasen en mangas de camisa y descalzo en medio de una contienda militar en un país desconocido, con un cuchillo como única arma. Háganse a la idea.
No hace falta esquilmar las selvas para encontrar mascotas de
hechicera belleza y arrebatadora personalidad. Los gatos son
útiles, cariñosos y perfectos como animales de compañía en
un piso. Foto: B.R. el Blog de Bernar

Por no hablar de los caprichosos que sólo serán capaces de dar su amor a una pobre araña mygale del Brasil, o cualquier especie exótica arrancada de su entorno natural, que tuvo la desgracia de que un degenerado que se llama civilizado a sí mismo, tuviese el antojo de un terrario con bichos curiosos para impresionar en las fiestas de su elegante loft. Cada año son miles los seres víctimas de este tráfico, la mayor parte de los cuales mueren antes de ser entregados, debido a las infrahumanas condiciones en las que son transportados para evitar las aduanas. De los pocos que logran sobrevivir, un buen porcentaje queda con lesiones permanentes o neuróticos sin recuperación posible. Prácticamente el 100% deben recuperarse del viaje durante semanas para poder ser entregados en condiciones presentables a quienes los encargaron.


Podría extenderme durante páginas contando agravio tras agravio cometido al reino animal, pero terminaré afeando la conducta a todos aquellos que buscan sofisticados perros y gatos de pura raza cuando hermosos galgos y Setter están esperando ser adoptados y se regalan preciosos gatitos por camadas. Un animal con pedigree no te va a querer más que uno espurio, mucho más favorecido por la Naturaleza y  que además apenas tendrá problemas de salud. Una cosa son las necesidades que un criador profesional pueda tener; para ellos son el Libro de Orígenes y las disposiciones sobre standards raciales. Para los demás, lo que necesitamos en realidad es un animal amado y sano, que nos quiera, nos acompañe y comparta nuestra vida como parte integrada en nuestra familia. Si además es bonito, mejor. Pero no es necesario que sea de purísima raza para todo eso. El verdadero amor a los animales pasa por respetarles y considerar que este es también su mundo y por darnos cuenta de que hacer infeliz a una especie no nos va a hacer más felices a nosotros.

lunes, 7 de mayo de 2012

Hospital Comarcal Oncológico en Urola Garaia

Cuando se pasea por la zona del Hospital Comarcal de Zumárraga hay algo que salta a la vista. Está el gran edificio del hospital y al Norte el edificio del geriátrico. Entre ambos queda un amplio solar que pide a gritos una utilidad acorde con el desarrollo de la zona, orientado claramente hacia el área de Sanidad. Un nuevo edificio del ramo vendría de maravilla en la zona como generador de empleo, con el precedente del éxito conseguido con el hospital comarcal. En B.R. siempre hemos estado comprometidos con el desarrollo del lugar donde residimos y continuando con el artículo "Soluciones para Urola Garaia", ahí va otra tanda de ideas.


El modelo industrial está corrompido y agotado, tendremos que
 buscarnos las alubias por otro lado y pensar en otra fuente de riqueza.
Foto: B.R. el Blog de Bernar

En el terreno referido se podría ubicar un ciertamente ya necesario Hospital Comarcal Oncológico. Aún más, todo el monte debería convertirse en una gran Ciudad Sanitaria con variados edificios,tanto Hopitales como de servicios diversos.

Nuestra comarca tiene un pavoroso número de casos de cáncer que deben desplazarse a San Sebastián para llevar a cabo sus duros tratamientos. Allí existe un único Hospital Oncológico que, aún con excelente dotación, no es un motivo suficiente para que no pueda haber otros teniendo en cuenta las previsiones para el futuro sobre esta devastadora enfermedad. En nuestra comarca es un hecho asumido que todos padeceremos algún tipo de cáncer con mejor o peor fortuna en nuestra vida. La clientela del hospital estaría asegurada con creces. El empleo en la zona se vería enormemente favorecido, el nuevo hospital absorbería mucho paro de la comarca.

Zumárraga se encuentra en el centro geográfico del País Vasco. Si tuviéramos un Oncológico sería muy cómodo para los pacientes de buena parte del Goiherri, toda Urola Garaia y después de puesta en marcha la autovía,Vergara y el alto Deva se beneficiarían también de las instalaciones. Como la nuestra, son zonas altamente industrializadas donde el cáncer se ceba en la población. Un Comarcal Oncológico es imprescindible y además debe estar en Zumárraga.
Un Comarcal Oncológico beneficiaría a Zumárraga en más aspectos, convirtiendo al pueblo en un referente sanitario de importancia en la provincia con la consecuencia de ser tenido en cuenta en el futuro para nuevas actuaciones en el sector encaminadas hacia el desarrollo de Zumárraga como Ciudad Sanitaria en el centro del País Vasco. Sería una buena manera de aprovechar la privilegiada situación del pueblo como cruce de caminos y nudo ferroviario con facilidad de comunicaciones y excelentes accesos.

Es imprescindible un Hospital Comarcal Oncológico en Zumárraga
Foto: B.R. el Blog de Bernar
Otro motor de empleo y riqueza que tal vez no sabemos ver es la basura. El tratamiento y reciclaje de basuras es un problema acuciante en toda Guipúzcoa. Si nos decidiéramos podríamos hacernos cargo de toda la basura de la provincia obteniendo por ello pingües beneficios, eso sí, planteándolo a lo grande; enormes empresas de tratamiento que incluyan el compostaje de la parte orgánica y el reciclado de las partes reutilizables: plásticos, metales, plomo, cobre, componentes electrónicos, etc., tal como se hace en los EE.UU. donde estas grandes plantas de reciclaje recuperan toneladas de materiales limpios perfectamente separados que revenden como materia prima a diferentes empresas que los solicitan.
En la misma planta se pueden ver secciones diferentes: en una se dedican sólo a las baterías de automoción y recuperan el preciado plomo y plástico; en otra, se recuperan metales, se separan el cobre, el aluminio y la chatarra férrica; en otra, se composta la materia orgánica; otra sección recicla escombros de construcción de donde se recupera el acero y se obtiene un polvo base para las cementeras o balasto para carreteras; en otra, el papel y el cartón, los plásticos de envases, el PET. El resultado final se ve en grandes montones de materia prima limpia que provee a diversos clientes: balas de chatarra de aluminio, cobre o acero prensado, gránulos de poliamida o PVC u otros plásticos, pasta de papel, cemento reciclado o compost orgánico para jardinería y agricultura.
Una empresa de este tamaño produciría volumen de materia prima reciclada suficiente como para resultar rentable y sería otro importante motor de empleo que necesitaría mucha mano de obra tanto especializada y técnica como operarios de baja cualificación. Además solucionaríamos el problema de la saturación en Guipúzcoa y el suministro de basura no faltaría nunca, es inagotable, se produce continuamente.

Ganaríamos pasta a cascoporro.
No me cabe duda de que poniendo en práctica estas dos modestas ideas, junto con las de nuestro anterior artículo, el desempleo en nuestra comarca pasaría a ser una oscura sombra de un triste pasado cada vez más lejano, entrando en una nueva época de opulencia, bienestar y esplendor para Zumárraga como ciudad impulsora de la economía vasca.